Los adictos al café pueden detectar el olor de incluso minúsculas cantidades de la bebida, y mientras más beben, más capaces son de olerlo, señalan unos investigadores británicos.
Se trata de un descubrimiento que tiene potentes implicaciones para el tratamiento de las personas adictas a sustancias con un dolor distintivo.
“Mientras mayor era el consumo de cafeína, más rápidamente una persona reconocía el olor del café”, comentó el líder del estudio, Lorenzo Stafford, experto en el olfato de la Universidad de Portsmouth, en Inglaterra.
Las personas que bebían café con regularidad no solo podían detectar rápidamente el aroma de un compuesto del café muy diluido, entre los más de