revista American Journal of Preventive Medicine.
Las tasas más altas de uso de bebidas energéticas fueron entre los estadounidenses de origen mexicano de mediana edad y entre los adultos jóvenes con un nivel educativo bajo, lo que “señala la necesidad de esfuerzos de políticas y de programación dirigidos a esos grupos”, comentó Bleich en un comunicado de prensa de la revista.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. requiere que las etiquetas de las bebidas energéticas indiquen si el producto contiene cafeína, pero la FDA no impone un límite de cafeína ni requiere que el nivel real de cafeína se reporte.
“Nuestros hallazgos apuntan a la necesidad de un límite superior de cafeína basado en las evidencias, y de un etiquetado consistente de esas bebidas para reducir el impacto negativo potencial en la salud para los consumidores”, añadió Bleich.
Más información
La Academia Estadounidense de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians) ofrece más información sobre las bebidas energéticas.