peso normal. El último grupo estaba compuesto por 28 adultos que tenía sobrepeso o eran obesos.
Se monitorizó a los tres grupos durante una semana mientras vivían su vida normal. Nadie ganó ni perdió peso.
Los voluntarios no recibieron ninguna indicación específica sobre la dieta o el ejercicio. Proveyeron muestras de orina al inicio y al final del estudio, para medir cuántas calorías usaban (gasto energético).
Cada participante también usó un dispositivo de aptitud física para medir su actividad. Podía diferenciar si las personas estaban de pie o dando pasos, y determinar el nivel de intensidad, apuntó Ostendorf.
El estudio encontró que las personas que mantuvieron su peso quemaban unas 180 calorías más al