menos parte del peso que pierden al principio”, añadió en un comunicado de prensa de la universidad.
El estudio incluyó a casi 1,300 adultos que se sometieron a un tipo de cirugía para perder peso, llamada baipás gástrico en Y de Roux. A los pacientes se les siguió durante un promedio de 6.6 años.
Limitar las conductas sedentarias (como ver la televisión), pesarse al menos una vez por semana, evitar la comida rápida, y corregir las conductas alimentarias “problemáticas” fueron factores asociados con unas mayores probabilidades de limitar la recuperación del peso tras la cirugía para perder peso. Las conductas problemáticas incluyen comer de forma continua, comer cuando se está lleno, la pérdida de control y los atracones de comida.
Los pacientes más jóvenes eran propensos a aumentar más de peso que los mayores. Otras características vinculadas con recuperar más peso incluyeron tener un edema venoso con úlceras (una enfermedad de las venas acompañada por llagas en la piel); las dificultades con las tareas cotidianas como bañarse, vestirse y caminar; y los síntomas de depresión tras la cirugía.
“Quizá parezca sentido común”, dijo King. “Pero varias conductas y características que los profesionales clínicos pensaban que serían importantes no se relacionaban con la recuperación del peso. Por ejemplo, aunque la