Hacer que los niños beban agua en el almuerzo escolar podría ayudar a controlar su peso y a ahorrar miles de millones a Estados Unidos en gastos relacionados con la obesidad, según un estudio reciente.
Los investigadores calcularon los efectos de implementar a nivel nacional un programa llevado a cabo en 1,200 escuelas de la ciudad de Nueva York entre 2009 y 2013.
Poner fuentes de agua en las cafeterías de las escuelas hizo que los niños bebieran el triple de agua en el almuerzo, lo que estuvo relacionado con una reducción pequeña, pero significativa, en el riesgo de tener sobrepeso un año después.
Hacer lo mismo a nivel nacional podría evitar que más de medio millón de niños llegaran a tener sobrepeso u obesidad, dijeron los investigadores.