Las personas que van a la sauna con frecuencia podrían estar fomentando su salud cardiaca a medida que sudan, sugiere una nueva investigación.
Al estudiar a más de 1,600 hombres de mediana edad en Finlandia, los investigadores encontraron que los que fueron a la sauna entre 4 y 7 veces a la semana redujeron su riesgo de sufrir hipertensión en casi la mitad, en comparación con los que fueron una vez a la semana.
“Ir a la sauna podría reducir la presión arterial sistémica a través de distintos mecanismos biológicos”, señalaron el investigador del estudio, Jari Laukkanen, profesor de la Universidad del Este de Finlandia, y sus colaboradores.
En la sauna, la temperatura de su cuerpo aumenta, lo que ensancha los vasos sanguíneos. Con el paso del tiempo, esto parece mejorar la función de la capa interior de los vasos sanguíneos, explicaron los investigadores. Las sesiones de sauna también quitan líquidos del cuerpo a través del sudor, y relajan el cuerpo y la mente, añadieron los investigadores.