Hacer frente a la diabetes puede ser difícil, especialmente cuando se trata de sus hábitos alimenticios. Antes de ser diagnosticado con diabetes, es probable que no tuviera que preocuparse mucho acerca de su azúcar en la sangre. Sabía que tenía, pero en realidad nunca le afectó. Cuando uno tiene diabetes eso cambia porque lo que come o no come afecta su azúcar en la sangre, por lo que es importante no saltarse las comidas.
La comida más importante del día es el desayuno; es cuando necesita la mayor cantidad de energía para aguantar todo el día. Para los diabéticos, es especialmente importante que no se salten el desayuno o que ayunen hasta el mediodía porque esto puede hacer que su azúcar en la sangre aumente a lo largo del día y provocar que no se sienta bien.
Síntomas de un aumento de azúcar en sangre:
- Tener much sed
- Cansado
- Visión borrosa
- Tener que usar el baño con frecuencia
- Malestar de estómago
- Mareos
- Náuseas
Un estudio reciente con pacientes con diabetes tipo 2 demostró que aquellos pacientes que no tomaban desayuno tenían un aumento más alto de lo habitual de azúcar en la sangre después del almuerzo y la cena. Saltarse el desayuno suponía una mayor dificultad para sus cuerpos a la hora de procesar la glucosa, reduciendo su capacidad para convertir el azúcar en la sangre en energía.