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Adolescentes Ayudan A Personas De La Comunidad A Obtener Atención Médica Gratis

Los inmigrantes de primera generación se enfrentan a muchos desafíos y a menudo ponen en riesgo su salud porque muchos de ellos trabajan largas horas para poder mantener a sus familias. Muchas veces se saltan las visita al médico, incluso cuando se sienten mal porque les preocupa el alto costo de la atención médica. Esto les pone en riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas y la diabetes. El programa de la clínica gratuita Westminster, Corazones Sanos Para Mi Familia, va un paso más allá para asegurarse de que los pacientes en Thousand Oaks, CA. reciben la atención médica que necesitan, independientemente de su estatus de inmigración. Les proporcionan atención médica gratuita, materiales educativos y mucho más, con la ayuda de muchos voluntarios, de los cuales la mayoría son adolescentes.

“Todo el mundo que trabaja aquí entiende los retos que supone, porque ser bilingüe no es suficiente, tienes que buscarte un equipo que realmente entienda el tipo de reto al que se enfrentan los inmigrantes de primera generación,” dice Lisa Safaeinili, directora ejecutiva de la clínica gratuita Westminster.

La clínica atiende, en gran parte a latinos con ingresos bajos, trabajadores sin seguro que tienen más de un empleo y aún así no son capaces de pagarse un seguro médico. “Todo lo que hacemos en la clínica es gratuito e intencional, porque queremos asegurarnos de que la gente no deje a un lado su salud,” explica la directora.

Las enfermedades que afectan a las personas que visitan su clínica son la diabetes y enfermedades cardiovasculares. “Si no se trata lo antes posible, puede perder su visión o terminar con un accidente cerebrovascular, daño en los riñones y muchos otros graves problemas que pueden dejarle fuera de juego”, afirma.

La clínica ofrece atención médica gratuita, servicios de salud mental, promoción de la salud, servicios de wellness y mucho más. Todo lo que ofrecen está en español y es culturalmente sensible a las necesidades de la comunidad. El noventa por ciento del personal está compuesto por voluntarios y la mejor parte es el teen healthcare internship (becas para adolescentes de temas relacionados con la salud).

Internos adolescentes

El programa de pasantías para jóvenes Teen Healthcare Pathways es un gran programa que orienta a los adolescentes enseñándoles formación médica básica, desarrollo de liderazgo e incluso asesoramiento profesional. Muchos de estos estudiantes tienen padres que trabajan pero que no pueden permitirse pagar las actividades deportivas de sus hijos, que cuestan $1.000 por actividad. “Nuestros estudiantes no tienen la confianza o demasiadas oportunidades para convertirse en líderes y creen que no pueden sacar matriculas o ir a clases avanzadas, ni siquiera ir a la universidad porque sus familias les dicen que no pueden pagarla”, explica Safaeinili.

 

Los estudiantes ayudan en todo, en el programa Corazones Sanos. Se les da la oportunidad de convertirse en líderes y aprender los fundamentos de trabajar en una clínica. Toman la temperatura de los pacientes e incluso presentan sus casos al médico y al equipo médico, pero lo más importante es que realizan actividades dentro de sus propias comunidades. “Los estudiantes traen gente de la comunidad que está en riesgo de enfermedad cardíaca o diabetes y cuando los pacientes vienen al consultorio y ven a los alumnos, esto les hace sentirse seguros”, explica.

Muchas veces los inmigrantes son reacios a visitar al médico porque sienten que no serán capaces de permitírselo o de entender lo que está diciendo el doctor, ya que no hablan inglés. Estos alumnos hablan su lengua, así como el equipo sanitario de la clínica.

Mejorar la calidad de vida del paciente

“Una vez tuvimos un padre que no podía ver y era un trabajador de la construcción a tiempo parcial con dos hijos y una esposa. Su esposa solía decirle que revisara su nivel de azúcar en la sangre y él decía que sólo necesitaba gafas. Cuando comprobaron su azúcar en la sangre, tenía más de 500 y poco más de 200 ya es realmente malo. Podría haber entrado en coma”, explica Safaeinili.

“Le dijimos que fuera a la sala de urgencias, pero no quería porque estaba preocupado por lo que costaría. No fue a urgencias pero si vino a nuestra clínica, donde le atendió un doctor que le dio medicación para controlar su azúcar y recuperar la visión”. Esta es solo una de muchas historias. Al igual que este hombre, han ayudado a muchas otras personas con los servicios prestados en la clínica, todo sin costo alguno para el paciente. Además de recibir atención médica, cuidados preventivos, también ofrecen otros servicios, como clases sobre comer de manera saludable, clases de zumba, medicamentos gratis e incluso productos gratuitos de agricultores locales que donan frutas y verduras a la clínica.

“También trabajamos con los mercados latinos en cinco ciudades para asegurarnos de que están ofreciendo cereales bajos en azúcar, tortillas de trigo integral, frijoles bajos en grasa, leche descremada, leche de almendras y una variedad de alimentos respetuosos para diabéticos,” dice Safaeinili.

Los estudiantes facilitan la compra en estos locales a los pacientes. Visitan los mercados y ponen puntos verdes en los alimentos que son saludables para los diabéticos y puntos rojos en los alimentos que son sanos para el corazón. “Los pacientes que no saben leer o no recuerdan lo que les dijo el doctor o escucharon en clase sólo tienen que buscar los puntos y comprar los alimentos que son buenos para ellos”, explica.

Los estudiantes tienen pasión por el trabajo que hacen. “Los adolescentes recuperan su confianza y desarrollan habilidades de cuidado de la salud y, al final de sus prácticas, se gradúan de la secundaria y de nuestro programa y el 100% va a la universidad, que es más de 44 niños por año” afirma. Han tenido alumnos que han ido a la Universidad y ahora están trabajando en el campo de la salud porque conocen la necesidad que existe dentro de la comunidad latina.

“Necesitamos encontrar gente a la que realmente le importe y quiera compartir esa compasión con la comunidad, que está luchando al máximo en nuestro país para sobrevivir”, dice Safaeinili. Están creando un nuevo conjunto de defensores de la comunidad latina, algo que realmente no tiene precio. “Hemos sido capaces de demostrar los cambios a largo plazo y lo atribuimos a un programa que tiene un apoyo social y emocional, y que ayuda a la gente”.

El programa Corazones Sanos es gratis gracias a las donaciones y el apoyo de la Fundación AstraZeneca para la atención médica. Este solo es uno de los muchos programas que hay en Estados Unidos y que tienen ayudas de la Fundación Conexiones para la Salud Cardiovascular.

Eche un vistazo a este video para obtener más información sobre las estrategias de “lecciones aprendidas” de la Fundación AstraZeneca Healthcare:

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