Los tratamientos repetidos con antibióticos se vincularon con el desarrollo de la diabetes tipo 1 en ratones, encuentra un estudio reciente.
Los investigadores administraron a los ratones dosis de antibióticos equivalentes a las que los niños reciben para tratar algo como una infección de oído.
Tras tres tratamientos con antibióticos, los investigadores observaron una “tasa acelerada y aumentada de diabetes tipo 1 en los ratones”, comentó el Dr. Martin Blaser, profesor de medicina traslacional y microbiología en el Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
Blaser explicó que los antibióticos condujeron a un cambio en el microbioma intestinal, que son las bacterias que se encuentran en los intestinos. Esos cambios resultaron en otros cambios, incluyendo alteraciones en unas células del sistema inmunitario conocidas como células T. Eso, a su vez, condujo a un aumento en la inflamación en las células de los islotes del páncreas, que producen insulina, dijo.
¿Ocurren todos esos cambios de la misma forma en los humanos? Es demasiado pronto para saberlo con certeza, aunque Blaser dijo que otras investigaciones sugieren que los niños con enfermedades autoinmunes, como la diabetes tipo 1, tienen un microbioma alterado.
Jessica Dunne, directora de investigación sobre descubrimientos de la JDRF, que antes se conocía como la Juvenile Diabetes Research Foundation, apuntó que esos cambios en la microbiota podrían tener algún rol en la diabetes tipo 1, pero todavía no está claro cuál es ese rol.
“Todavía no sabemos cómo ni por qué se desarrolla la diabetes tipo 1. Pero probablemente no haya un único culpable al que podamos apuntar como la causa de la diabetes tipo 1″, enfatizó Dunne.