Un sencillo cambio en su dieta (reemplazar la carne de res por carne de ave) podría contribuir mucho a reducir el cambio climático, muestra una investigación.
La carne de res es el mayor contribuyente dietético a los gases de invernadero en las personas promedio, y reemplazarla puede reducir a la mitad la huella de carbono alimentaria del comensal y mejorar la salud, según los hallazgos, presentados el domingo en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición (American Society for Nutrition), en Baltimore.
“Básicamente, los 10 alimentos que más carbono generan son todos un trozo de carne de res o carne de res molida”, afirmó el investigador principal, Diego Rose, director de nutrición de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleáns. “Podemos sustituirla por cosas que serán satisfactorias, en un sentido culinario, y reducirán las emisiones de gases de invernadero”.
En este estudio, Rose y sus colaboradores analizaron información sobre las dietas de más de 16,000 participantes en la encuesta nacional de