adolescencia, analizando muestras de orina hasta los 9 años de edad. Entonces, se evaluó regularmente el inicio de la pubertad entre los 9 y los 13 años.
Los investigadores encontraron que por cada duplicación en los niveles de ftalatos en la sangre de una mujer, el desarrollo del vello púbico de su hija comenzó 1.3 meses antes de lo usual.
Una duplicación de los niveles de triclosán en la madre también se vinculó con un inicio del primer periodo de su hija un mes más temprano, encontró el estudio.
También se realizaron análisis sanguíneos de los mismos niños. El grupo de Harley encontró que una duplicación de los niveles de parabenos en las chicas se vinculaba con el inicio un mes antes del desarrollo tanto de los senos como del vello púbico.
Harley enfatizó que los hallazgos “sin ninguna duda no” son una prueba absoluta de que ese tipo de exposición química en realidad provoque una