en reuniones se deben considerar preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Según el Dr. Pieter Cohen, internista general en Cambridge Health Alliance, el problema es que “los complementos se regulan de forma diferente que los medicamentos de venta libre y los recetados, que deben contar con unas evidencias clínicas firmes antes de que se puedan publicitar para su uso en humanos”.
Y eso significa que “hay mucha flexibilidad en la publicidad de los complementos, lo que puede conducir a que muchas afirmaciones sin respaldo aparezcan en las etiquetas de los complementos”, lamentó.
“Lo que es peor, cuando los ensayos clínicos han demostrado que un complemento no funciona, las compañías pueden seguir haciendo las mismas afirmaciones sin respaldo. Esto ha conducido a la venta exitosa de complementos incluso después de que se haya probado que no son efectivos”, añadió Cohen.
“También resulta preocupante que, a veces, los complementos (como los que se promueven para la