Griffen, que no participó en el nuevo estudio, señaló que la creciente prevalencia entre los niños de EE. UU. es preocupante, pero no sorprendente. “Vemos esta tendencia a nivel global. Estudios en otros países han arrojado resultados similares”, afirmó.
“En cuanto al por qué, no tenemos una respuesta”, añadió Griffen.
Dijo que hay teorías, y que los investigadores las están estudiando.
Según Griffen, una teoría se centra en el “microbioma” intestinal, la inmensa colección de bacterias que por lo general residen en el sistema digestivo. Algunas investigaciones han apuntado a una falta de diversidad en esas bacterias intestinales que podría desencadenar la diabetes tipo 1 en los niños con una susceptibilidad genética.
Se cree que ciertos aspectos de la vida moderna (como el uso de antibióticos, la comida procesada y hasta las cesáreas) podrían reducir la diversidad de los microbiomas intestinales.
Los investigadores también están estudiando otras explicaciones potenciales, dijo Griffen, como si ciertas infecciones virales pueden desencadenar la respuesta inmunitaria anómala que provoca la diabetes tipo 1.
Pero por ahora, los motivos de la creciente prevalencia siguen sin estar claros, concurrió Susan Jick, una de las investigadoras que trabajó en el nuevo estudio.
Según la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association), algunas señales de advertencia de la diabetes tipo 1 incluyen una pérdida de peso sin explicación, una sed excesiva, una micción frecuente y una fatiga extrema.
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Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
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