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(HealthDay News) — El uso repetido de ciertos antibióticos podría aumentar el riesgo de una persona de diabetes tipo 2, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores analizaron datos de un millón de personas en Reino Unido, y encontraron que a las que se habían recetado al menos dos regímenes de cuatro tipos de antibióticos (penicilinas, cefalosporinas, quinolonas y macrólidos) eran más propensas a contraer diabetes.
El riesgo de diabetes aumentó junto con la cantidad de antibióticos recetados, mostraron los hallazgos. De dos a cinco regímenes de penicilina aumentaron el riesgo de diabetes en un 8 por ciento, mientras que más de cinco regímenes aumentaron el riesgo en un 23 por ciento.
De dos a cinco regímenes de quinolonas aumentaron el riesgo de diabetes en un 15 por ciento, y más de cinco regímenes aumentaron el riesgo en un 37 por ciento.
El riesgo más alto de diabetes asociado con los antibióticos se determinó tras tomar en cuenta otros factores de riesgo de la diabetes, como la obesidad, fumar, la enfermedad cardiaca y las infecciones, señalaron los autores.
El estudio aparece en la edición del 25 de marzo de la revista European Journal of Endocrinology.
“Aunque nuestro estudio no muestra causalidad, creemos que los niveles y la diversidad cambiantes de las bacterias intestinales podrían explicar el vínculo entre los antibióticos y el riesgo de diabetes”, señaló en un comunicado de prensa de la revista el autor principal del estudio, el Dr. Yu-Xiao Yang, de la Universidad de Pensilvania.
Según el Dr. Ben Boursi, autor líder, “se ha sugerido que las bacterias intestinales influyen sobre los mecanismos subyacentes de la obesidad, la resistencia a la insulina [precursora de la diabetes] y la diabetes en modelos tanto animales como humanos. Estudios anteriores han mostrado que los antibióticos pueden alterar el ecosistema digestivo”.
Otros dos expertos se mostraron de acuerdo en que los hallazgos son interesantes, y ameritan más estudio.
“Hace algo de tiempo que se reconoce que las bacterias en una parte del cuerpo pueden contribuir a la inflamación en otra”, dijo el Dr. Gerald Bernstein, director del Programa de Gestión de la Diabetes del Hospital Mount Sinai Beth Israel, en la ciudad de Nueva York.
Como ejemplo, apuntó a la conexión entre la gingivitis (una infección bacteriana en la boca) y las enfermedades cardiacas. Entonces, los vínculos entre las alteraciones en las bacterias en los intestinos y la diabetes no son inverosímiles, planteó.
“Este artículo fortaleció una hipótesis potencial y todos debemos esperar a ver qué pasa ahora”, dijo.
Dr. Spyros Mezitis es endocrinólogo del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Concurrió en que “la investigación actual muestra que los cambios en la composición de la flora [microbios] intestinal se asocia con enfermedades crónicas que incluyen a la diabetes tipo 2, y a las enfermedades cardiovasculares y autoinmunes”.
Por su parte, Boursi añadió que “las recetas excesivas de antibióticos ya son un problema en todo el mundo, a medida que las bacterias se hacen más resistentes a sus efectos. Nuestros hallazgos son importantes, no solo para comprender la forma en que la diabetes podría desarrollarse, sino también como una advertencia para reducir los tratamientos innecesarios con antibióticos que podrían hacer más mal que bien”.