Los bebés deberían dormir en la misma habitación que sus padres, pero no en la misma cama, para reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), según las nuevas directrices de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP).
Las recomendaciones hacen un llamado para que los bebés duerman en el mismo dormitorio que los padres durante al menos los primeros 6 meses de vida e, idealmente, durante el primer año.
Esto podría reducir el riesgo de muerte súbita en hasta un 50 por ciento, afirman los autores de las directrices.
“Compartir la habitación tiene mucho sentido”, dijo el Dr. Paul Jarris, subjefe médico en March of Dimes.
El razonamiento es que tener el bebé a la vista y al alcance hace que sea más fácil monitorizarlo, calmarlo y alimentarlo. Dado que el bebé está cerca, los padres podrían notar cualquier posible dificultad, dijo Jarris.
“Si observamos lo firme que es la evidencia, es un buen consejo para los padres que compartan la habitación con el bebé”, comentó Jarris.
Pero es importante que los bebés tengan su propio lugar separado para dormir, como una cuna o un moisés. Nunca deberían dormir sobre una superficie suave, como un sofá o un sillón, advierte el grupo de médicos.
Y los bebés tampoco deberían dormir en la misma cama que sus mamás, dicen las directrices. Pero, dado que los bebés se alimentan a lo largo de toda la noche, los médicos recomiendan que las mamás alimenten al bebé en la cama.
“Se debería llevar a los bebés a la cama para alimentarlos, pero después de la alimentación deberían volver a un lugar separado para dormir”, dijo la coautora del informe, la Dra. Lori Feldman-Winter, profesora de pediatría en la Escuela de Medicina Cooper, en Camden, Nueva Jersey.
“La lactancia materna puede reducir el SMSL en hasta un 70 por ciento”, añadió Feldman-Winter.
Dado que las madres podrían quedarse dormidas a veces mientras alimentan al bebé, la AAP recomienda que la cama de los padres no tenga almohadas, sábanas sueltas, mantas ni otra ropa de cama blanda que pudiera asfixiar al bebé, dijo.
Cada año, en Estados Unidos, unos 3,500 bebés fallecen por muertes relacionadas con dormir, incluyendo el SMSL. El número de fallecimientos de bebés se redujo en los años 90 después de una campaña nacional para dormir con seguridad que enfatizaba el hecho de poner a los bebés boca arriba. Pero esa tendencia se ha estancado en los últimos años, dijo Feldman-Winter.
Además de compartir la habitación y la lactancia materna, las recomendaciones de la academia para crear un ambiente seguro también incluyen las siguientes:
- Ponga al bebé boca arriba en una superficie firme, como por ejemplo en una cuna o un moisés, con sábanas ajustadas.
- Mantenga la ropa de cama blanda, como los protectores de cuna, las mantas, las almohadas y los juguetes blandos, fuera de la cuna. La cuna debería estar vacía.
- No exponga al bebé al humo del tabaco, al alcohol ni a las drogas ilegales.
- Nunca use monitores u otros dispositivos, como cuñas o posicionadores para dormir, a fin de reducir el riesgo de SMSL.
Aunque el riesgo de SMSL es mayor entre el primer mes y los 4 meses de edad, las evidencias muestran que la ropa de cama blanda sigue siendo un peligro para los bebés más grandes.
Un especialista pediátrico cree que algunos padres podrían tener dificultades para aceptar el hecho de tener que compartir la habitación.
“Compartir la habitación probablemente sea la recomendación más controvertida”, comentó el Dr. David Méndez, neonatólogo en el Hospital Pediátrico Nicklaus de Miami.