Suelte esa mantequilla, esa margarina, esos lácteos ricos en grasa: un estudio reciente respalda la idea de que esas grasas “saturadas” son malas para usted.
El estudio, que siguió a más de 126,000 personas durante tres décadas, encontró que las que comían unas cantidades más altas de grasas saturadas y grasas trans murieron antes que las que consumían grasas insaturadas, que son más saludables.
LIKE DailyVitamina.com on Facebook! Get Your Daily Vitamin…FOR LIFE!
Las grasas insaturadas incluyen las grasas vegetales no procesadas, como las que se encuentran en el aceite de oliva, canola o soya, explicaron los autores del estudio.
“Estos hallazgos respaldan a las recomendaciones dietéticas actuales de reemplazar la grasa saturada y la grasa trans con grasas insaturadas”, concluyó un equipo de investigadores dirigido por el Dr. Frank Hu, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston.
Una nutricionista cree que el estudio debería ayudar a aclarar la confusión que muchos consumidores sienten sobre las grasas en la dieta.
“Hay una idea errónea común de que comer grasas en la dieta hace que uno aumente de grasa en el cuerpo”, dijo Sharon Zarabi, nutricionista del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. “Es importante analizar qué se está comiendo: ¿son grasas hidrogenadas junto con carbohidratos refinados [como el pan blanco] o son grasas insaturadas de origen vegetal?”.
En el nuevo estudio, el equipo de Hu usó datos de dos estudios en curso de enfermeras y profesionales sanitarios de EE. UU., que recibieron un seguimiento de la dieta y la salud durante décadas.
La ingesta de grasa en la dieta de los participantes se evaluó al principio del estudio, y nuevamente cada dos a cuatro años. Entonces, se siguió su dieta y salud durante hasta 32 años.
Por ejemplo, por cada aumento del 2 por ciento en la ingesta de grasa trans, hubo un aumento del 16 por ciento en las probabilidades de fallecer durante el periodo del estudio, encontraron los investigadores.
Las grasas trans son una forma particularmente malsana de grasa de la dieta, que se están eliminando gradualmente de la comida estadounidense, anotaron los autores del estudio.
De la misma forma, cada aumento del 5 por ciento en la ingesta de grasa saturada se vinculó con un aumento del 8 por ciento en el riesgo de morir durante el periodo del estudio, según los hallazgos.
Pero con las grasas insaturadas de origen vegetal ocurrió lo contrario. En ese caso, comer unas altas cantidades de grasas poliinsaturadas o monoinsaturadas se vinculó con una reducción del 11 al 19 por ciento del riesgo de muerte durante el periodo del estudio.
Las grasas poliinsaturadas incluyen los ácidos grasos omega 6 hallados en la mayoría de aceites vegetales, y los ácidos grasos omega 3 encontrados en el pescado y en los aceites de oliva y canola, anotó el equipo de Hu. Unos consumos altos de ambos tipos de grasa parecieron vincularse con una mayor duración de la vida, dijeron los investigadores.
Pasar de las grasas saturadas a las insaturadas en la dieta podría tener beneficios reales para la salud, sugirió el estudio. Los investigadores encontraron que reemplazar apenas un 5 por ciento de las calorías de las grasas saturadas por las calorías equivalentes de grasas poliinsaturadas o monoinsaturadas se asoció con una reducción del 27 y del 13 por ciento, respectivamente, en el riesgo de morir durante el periodo del estudio.
Pero el equipo de Hu enfatizó que el estudio fue observacional, y que no puede probar que ciertos tipos de grasas de la dieta afecten a las probabilidades de muerte de una persona durante un periodo específico.
Zarabi ofreció algunos consejos sobre qué tipos de grasas buscar, o evitar.
“Los ácidos grasos esenciales se encuentran en la mayoría de los alimentos en su estado natural, como el pescado de aguas frías, los frutos secos, las semillas, el cáñamo y los aguacates”, explicó. “Las fuentes saturadas por lo general son procesadas, incluyendo los aceites fraccionados, los aceites hidrogenados, la margarina, la mantequilla, las grasas animales y los productos lácteos ricos en grasa”.
Mary Grace Webb es directora asistente de nutrición clínica del Hospital de NewYork-Presbyterian/Queens. Concurrió en que los nuevos datos “refuerzan la necesidad de que los consumidores incluyan grasas vegetales sin procesar más sanas en la dieta, que de forma natural están libres de grasas trans y saturadas. Esas grasas incluyen los aceites, los frutos secos y las mantequillas de frutos secos, y las semillas”.
Además, “comer una dieta más vegetal con menos carne y más fuentes alternativas de proteínas (como el pescado, las habichuelas, los huevos y los lácteos bajos en grasa) también puede reducir los niveles de grasas malsanas”, aseguró Webb.
Y una alimentación saludable no significa tener que renunciar al sabor, dijo.
“Me encanta el yogurt griego bajo en grasa con pasas y frutos secos, el vinagre blanco balsámico con aceite de oliva virgen extra en mis ensaladas, y cada día comienzo con mantequilla de cacahuate crujiente natural en tostadas integrales con plátano en trocitos”, comentó Webb.
El estudio aparece en la edición en línea del 5 de julio de la revista JAMA Internal Medicine.
No Mas Grasas Trans
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
© Derechos de autor 2016, HealthDay