El acné solía ser algo de lo que solo los adolescentes tenían que preocuparse, pero ahora cada vez más adultos sufren de acné. La investigación muestra que el 35% de las mujeres en sus 30 años, el 26% en sus 40 y el 15% de las personas de 50 años en adelante tienen problemas con el acné. El acné adulto puede ser embarazoso y puede haber una variedad de razones por las cuales las personas sufre acné, como cambios hormonales, estrés, azúcar, testosterona alta, PCOS e incluso productos lácteos.
Los productos lácteos pueden parecer insignificantes porque la mayoría de las personas toman productos lácteos durante el desayuno. Tomas un yogurt, un tazón de cereales, medio vaso de leche con el café… puede que no parezca mucho, pero es algo que causa acné y la mayoría de las personas no lo sabe.
La leche y los productos lácteos contienen hormonas de crecimiento que tienen sustancias inflamatorias que pueden obstruir los poros y provocar la ruptura. Una investigación muestra que existe un fuerte vínculo entre el consumo de leche y el acné.
¿Por qué?
Hay una abundancia de Bovina en la leche, que es una hormona de crecimiento. La leche y los productos lácteos provocan un aumento en la insulina, lo que hace que el hígado produzca aún más de esta hormona, lo que causa más acné. La lactosa también hace que produzcas sebo, lo que lleva a que se obstruyan los poros, un cultivo de bacterias, lo que crea acné. Además, los productos lácteos pueden bloquear la salida natural de las células muertas de la piel, causando poros obstruidos, es decir, crean acné.
La soja y la leche de almendras son una mejor alternativa y, aunque no hay forma de evaluar las intolerancias alimentarias, lo mejor que puedes hacer es probar diferentes cosas. Prueba una dieta de eliminación, en la que elimines lácteos durante al menos 3 semanas y luego vuelve a introducirlos lentamente, para ver cómo reacciona tu piel. De esa forma sabrás con seguridad si los lácteos son la causa de tu problema de acné.