El té kombucha, efervescente y fermentado, es la nueva bebida de salud de moda.
Pero los expertos apuntan que no está claro si la bebida rica en bacterias cumple con todas sus afirmaciones sobre la salud.
Sus defensores afirman que los potentes probióticos de la kombucha pueden ayudar a mejorar la digestión, fomentar la respuesta inmunitaria y reducir la inflamación en el cuerpo al introducir bacterias saludables en el intestino.
“La kombucha es un alimento vivo, y puede ser altamente efectivo para restaurar el microbioma de un individuo y la sensación general de una buena salud”, afirmó Barbara Cole, enfermera practicante en el Grupo Médico de Penn State Health.
La bebida es una fuente de bacterias y levaduras beneficiosas vivas, ácidos orgánicos, vitaminas B, antioxidantes y oligoelementos, dijo Cole.
Pero aunque es innegable que la kombucha es una buena fuente de probióticos, todavía está por verse si la bebida se merece su gran fama, planteó Torey Armul, nutricionista dietista registrada y vocera de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics).
“Sobre ella se hacen muchas afirmaciones de salud, la mayoría de las cuales diría que carecen de fundamento, que no están respaldadas por la investigación”, apuntó Armul.
“Dependiendo de a quién se oiga, puede hacer de todo. ‘Puede curar todas las enfermedades y ayudar con todo tipo de cosas’. En realidad no hay suficiente investigación para respaldar la gran mayoría de esas afirmaciones”, advirtió.
La kombucha se produce al añadir bacterias, levadura y azúcar a té ya hecho. La mezcla reposa una o dos semanas, fermentándose a medida que el azúcar alimenta a la levadura.
El té efervescente resultante puede ser un “gusto adquirido”, dijo Cole.
“Sabe más bien a vinagre”, dijo Cole. “Si busca algo azucarado, no será la kombucha. Si bebe una kombucha muy dulce, probablemente no sea buena para usted”.
El té kombucha se ha popularizado mucho. Se puede comprar en latas y botellas en los supermercados, y hay kombucha de barril disponible en muchos bares y cervecerías de moda.
Las personas deben evitar las marcas pasteurizadas, dado que ese proceso mata a las bacterias beneficiosas, apuntó Cole.
También hay personas que elaboran kombucha localmente, dependiendo de dónde vida, señaló Cole. Esas personas están sujetas a las leyes estatales sobre la preparación y la seguridad de los alimentos, y debe asegurarse de que tengan una licencia y hayan pasado por un proceso de aprobación adecuados.
Si se refrigera o envasa al vacío de forma adecuada, la kombucha se conserva igual de bien que otras bebidas que dependen de la fermentación, como la cerveza o el vino, dijo Cole. Pero puede dañarse, y si se daña hay que tirarla.
“Como tiene bacterias y levaduras vivas, hay un riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos si no se almacena de forma adecuada”, apuntó Armul.
A muchos amantes de la kombucha incluso les gusta elaborar sus propias mezclas en casa, pero Cole y Armul advierten que se deben mantener condiciones estériles para evitar producir una mezcla dañada que le enferme.
“Hay un potencial de contaminación siempre que la gente hace su propia elaboración en casa bajo condiciones no estériles”, dijo Armul.
Los entusiastas de la kombucha afirman que ofrece una amplia variedad de beneficios para la salud. Una revisión de las evidencias de 2014 publicada en la revista Journal of Medicinal Food encontró indicaciones de que la bebida fermentada podría potencialmente tratar o prevenir las enfermedades gastrointestinales, las infecciones, la obesidad, la diabetes, la hipertensión, el colesterol alto, las enfermedades renales y hepáticas, los trastornos neurológicos, las enfermedades pulmonares y el cáncer.
Pero todos esos efectos se encontraron en el laboratorio, sobre todo en ratones, ratas o células humanas bajo el microscopio, según la revisión. Hay una falta de evidencias que respalden esas afirmaciones en los humanos, fuera de los aspectos positivos generales asociados con cualquier alimento rico en probióticos, dijo Armul.
Por otra parte, ha habido informes de efectos adversos asociados con la kombucha, según la Clínica Mayo. Éstos incluyen malestar estomacal, infecciones y reacciones alérgicas.
A menos que la kombucha le guste mucho, le irá igual de bien si recibe sus probióticos de fuentes como el yogurt, la masa fermentada, el chucrut o el kimchi, aconsejó Armul.
“Creo que la mayoría de personas no consumen suficientes probióticos, pero la kombucha es solo una fuente de probióticos, y tiene riesgos y aspectos negativos asociados”, añadió.
Más información
La Clínica Mayo tiene más información sobre la kombucha.