Lía Patricia Gallo llegó a Estados Unidos hace 17 años y como la mayoría de las personas que emigran a los Estados Unidos, se ven obligadas a trabajar en cualquier trabajo que puedan para tener algo de comida en la mesa. Gallo limpiaba casas, pero en realidad era dentista en su país natal. Su mundo cambió cuando un dentista estadounidense le ofreció un trabajo e incluso le enseñó a hablar inglés a cambio de que le enseñara a hablar español, informa Mundo Hispanico.
No ejerció en 7 años, pero esta nueva oportunidad la animó a conseguir su grado y aplicó a la universidad de la escuela de la medicina dental, donde fue una de los 20 estudiantes aceptados, de los 2.800 aspirantes. En 2007, obtuvo su título de odontología y pudo ejercer su profesión oficialmente.
La Dra. Gallo abrió GDC Smiles, donde actualmente tiene a varios latinos empleados, incluyendo a dos receptores del programa Acción Diferida por la Niñez (DACA). Además de trabajar con los latinos, trabaja con organizaciones que la refieren a personas que necesitan una segunda oportunidad en la vida. Ella trabaja con New Beginning y No Longer Bound, donde donó aproximadamente $ 200,000 de trabajo dental gratuito a personas que se recuperan de la adicción a las drogas.
“Estuve en la cárcel cerca de 20 años, debido a las drogas”, dijo David Carter, quien llegó a Gallo debido a No Longer Bound. “Entré a los 18 años y salí el pasado año, a los 37 años. Cuando estaba allí, perdí los dientes de pelear y era vergonzoso incluso hablar. La Dra. Gallo me restauró completamente los dientes y ahora tengo un trabajo, voy a la iglesia, paso tiempo con la gente y, lo que es más importante, sonrío todo el tiempo porque la gente me dice que mis dientes son mi mejor rasgo”.
También ayuda a los pacientes de bajos ingresos a través de Good News Clinic. “Casi siempre los inmigrantes tienen bajos ingresos y lo más gratificante es que incluso si no tienen el dinero para pagarme, me dan las gracias con tortillas, sopa de pollo, tamales y flores para mi casa”, dijo. “Eso me llena más que cualquier dinero que puedan darme porque esa es mi misión”. Según la American Dental Association, el costo promedio por paciente puede subir hasta $685 y ese número es por aquellos que nunca han tenido seguro dental.