Un padre observador puede ser criticado por ser dominante, pero para un niño, es importante que los padres presten especial atención a las cosas que hacen por primera vez sus hijos. El autismo es un trastorno que se puede diagnosticar muy pronto y comienza en casa.
La mayoría de los padres están asombrados con la primera palabra de su bebé, primera sonrisa, primera risa… pero cuando su hijo no muestra ninguno de estos signos, quizá sea hora de hablar con su médico. Déjese de excusas y obtenga ayuda profesional, porque el autismo a menudo pasa desapercibido, especialmente entre la comunidad latina, donde muchos ni siquiera han oído hablar de autismo.
El autismo o el trastorno del espectro autista es una condición mental caracterizada por tener dificultades para comunicarse y mantener relaciones con los demás. ¿Qué causa el autismo? Según Autism Speaks, los científicos han identificado una serie de raros cambios genéticos o mutaciones asociadas con el autismo. En la mayoría de los casos, el autismo es causado por una combinación de genes y factores ambientales. Las mujeres pueden reducir el riesgo de tener un niño con autismo tomando vitaminas prenatales, durante y después de su embarazo, que contienen ácido fólico.
Uno de los problemas entre la comunidad latina es que los niños son diagnosticados con autismo en una edad más avanzada y con síntomas más severos. Esta es la razón por la cual si nota cualquiera de los siguientes síntomas, es importante hablar con su médico y hacer que evalue a su hijo:
- No hay palabras a los 16 meses
- No hay balbuceod ni signos de habilidades sociales a los 12 meses
- No apunta, muestra, alcanza o se agita a los 12 meses
- No hay expresiones sonrientes o alegres a los 6 meses
- No hay frases de dos palabras a los 24 meses
Es crucial prestar mucha atención a su hijo y no justificar el retraso de su capacidad de hablar o habilidades de socialización. Hay tratamientos conductuales, como terapia y medicamentos que ayudan a los niños autistas. Cuanto más se retrase el tratamiento, mayor será la probabilidad de desarrollar autismo grave.
Las personas con un autismo severo tienen coeficientes de inteligencia muy bajos, pueden ser sensibles a la luz, el sonido, el tacto, el gusto y el olfato e incluso tienen comportamientos repetitivos. Pueden ser agresivos y golpear, morder o patear. También tienen la oportunidad de huir sin ninguna razón. En algunos casos, pueden desarrollar insomnio, epilepsia, trastornos del humor e incluso problemas gastrointestinales. Por eso, es tan importante prestar atención a su hijo y hacerle diagnosticar lo antes posible. A pesar de que los niños mejoran con terapias, el autismo no es algo que desaparece. Eche un vistazo a este video, que pone el autismo en perspectiva: