Según un reciente informe federal, el cáncer ha reemplazado la enfermedad del corazón como la causa principal de mortalidad entre hispanos, asiáticos y personas oriundas de las islas del Pacífico. Pero no es porque menos de ellos mueren por enfermedad del corazón. De hecho, más de ellos están falleciendo por las dos causas, e investigadores que tratan el tema tienen ideas sobre el porqué.

La explicación más simple es que hay más personas, dijo Kenneth W. Kizer, M.D., director del Institute for Population Health Improvement de la Universidad de California en Davis. Según datos de la Oficina del Censo, los hispanos y asiáticos han sido los dos grupos raciales y étnicos de mayor crecimiento en Estados Unidos en décadas recientes.

Estas poblaciones crecientes también están envejeciendo, y el cáncer y la enfermedad del corazón son condiciones que se hacen más comunes con la edad, dijo Kizer, cuyo instituto se dedica a la prevención del cáncer y la enfermedad del corazón, y a iniciativas de investigación sobre ambas enfermedades.

“[El envejecimiento] es un cambio importante en la carga de salud de una población”, dijo.

En el nuevo informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el número de muertes por enfermedad del corazón entre hispanos y latinos aumentó de 25.819 muertes en el año 2000 a 34.021 muertes en el año 2014. El número de muertes por cáncer en ese período aumentó de 21.160 a 36.447 muertes.

Las muertes por cáncer también sobrepasaron las causadas por enfermedad del corazón entre los asiáticos y personas oriundas de las islas del Pacífico, y causaron 9.069 muertes en el año 2000 a comparación con 16.292 muertes en el año 2014. El número de muertes por enfermedad del corazón aumentó de 8.949 a 13.021 en ese período.

El cambio de ranking ocurrió en el año 2009 para los hispanos y latinos, y en el año 2000 para los asiáticos y los isleños del Pacífico. Los investigadores de los CDC se sorprendieron al saber que las muertes por el cáncer habían sobrepasado a las causadas por enfermedad del corazón, dijo Robert Anderson, Ph.D., coautor del informe y jefe de la división de estadísticas de mortalidad para el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los CDC.

Lo que también perpleja a los investigadores es que los hispanos y latinos tienen altas tasas de diabetes y presión arterial alta, ambos de los cuales son factores de riesgo principales de la enfermedad del corazón. Pero también tienen altas tasas de obesidad, un factor de riesgo principal compartido por el cáncer y la enfermedad del corazón. Por otra parte, los estadounidenses de ascendencia asiática tienen una tasa baja de obesidad pero una probabilidad más alta que los blancos a tener diabetes y presión arterial alta descontrolada.

Sin embargo, lo que los hispanos y asiáticos tienen a su favor es que tienden a fumar menos que los blancos y negros, y eso ofrece “quizás la explicación más concluyente” de por qué el número de muertes entre los hispanos y los asiáticos no es más alto, dijo Gerardo Heiss, M.D., Ph.D., un profesor e investigador de salud cardiovascular en la Gillings School of Global Public Health de la Universidad de Carolina del Norte.

El nuevo informe solamente toma en cuenta el número de muertes en los EE UU causados por enfermedad del corazón y el cáncer. Esas cifras ilustran cómo una enfermedad impacta a una comunidad, pero las tasas de mortalidad —el número de personas que mueren por cada 100.000 habitantes en esa población— indican el riesgo real de una enfermedad, dijo Anderson.

Información adicional de los CDC del año pasado muestra que, en general, los hispanos tienen una tasa baja de mortalidad a comparación con los blancos y los negros.

Aun así, el nuevo informe da a los médicos e investigadores la oportunidad de animar a los casi 57 millones de hispanos y latinos y 17.4 millones de asiáticos a tomar “decisiones sobre su estilo de vida para mejorar sus perfiles de factores de riesgo – tanto para la enfermedad del corazón como para el cáncer”, dijo Heiss, quien ha estudiado la enfermedad del corazón en Estados Unidos y en el extranjero por casi 40 años.

Los médicos, dijo, deben estar al tanto del colesterol y presión arterial de sus pacientes, y educar a los pacientes sobre sus riesgos de desarrollar enfermedad del corazón y cáncer.

Para los pacientes, al fin de cuentas, dijo Kizer, es cuestión de tomar decisiones saludables –hacer más ejercicio, no fumar, bajar el nivel del colesterol.

“No es solo cuestión del destino”, afirmó.