Los adictos al café pueden detectar el olor de incluso minúsculas cantidades de la bebida, y mientras más beben, más capaces son de olerlo, señalan unos investigadores británicos.
Se trata de un descubrimiento que tiene potentes implicaciones para el tratamiento de las personas adictas a sustancias con un dolor distintivo.
“Mientras mayor era el consumo de cafeína, más rápidamente una persona reconocía el olor del café”, comentó el líder del estudio, Lorenzo Stafford, experto en el olfato de la Universidad de Portsmouth, en Inglaterra.
Las personas que bebían café con regularidad no solo podían detectar rápidamente el aroma de un compuesto del café muy diluido, entre los más de 90 voluntarios, sino que su capacidad de hacerlo aumentaba con su nivel de deseos de la bebida, mostraron los hallazgos.
“Mientras más deseaban la cafeína, mejor era su sentido del olfato para el café”, comentó Stafford en un comunicado de prensa de la universidad.
Esta es la primera evidencia de que los adictos al café son más sensibles al olor de la bebida, según el estudio, que aparece en una edición reciente de la revista Experimental and Clinical Psychopharmacology.
Los investigadores se habían preguntado si las personas que bebían café y las que no respondían de forma distinta al olor, y si los deseos podrían relacionarse con una mayor capacidad de detectarlo.
Stafford describió a la cafeína como “la droga psicoactiva más consumida”, y dijo que los hallazgos sugieren que los cambios en la capacidad de detectar los olores podrían ser un índice útil de la dependencia a una droga.
Los autores del estudio dijeron que su trabajo podría conducir a métodos nuevos de terapia de aversión para tratar la adicción a las sustancias con un olor distintivo, como el tabaco y la marihuana.
“Hace un tiempo sabemos que las pistas relacionadas con una droga (por ejemplo, el olor del alcohol) pueden desencadenar los deseos intensos en los usuarios, pero aquí mostramos que en una droga levemente adictiva, esos deseos podrían vincularse con una mayor capacidad de detectar esa sustancia”, explicó Stafford.
Investigaciones anteriores revelaron que a las personas a quienes se entrenó para que asociaran un olor con algo desagradable luego mostraron una mayor aversión a ese olor. Eso sugiere un posible modelo de aversión condicionada a un olor, añadieron los investigadores.
Más información
El Instituto Nacional sobre el Abuso de las Drogas de EE. UU. ofrece más información sobre el tratamiento de la adicción.