La nueva campaña en español tiene como objetivo educar y motivar a las mujeres de habla hispana a llamar al 9-1-1 cuando se presente alguno de los siete síntomas de un ataque al corazón y a hacer lo mismo por sus madres, hermanas y amigas. Hasta la fecha, los impactos combinados de la campaña ascienden a 41,179,965 de apariciones en televisión y radio. La campaña también ha figurado en marquesinas, sobres de pago de nómina, así como en anuncios en diarios y revistas.
Una encuesta conducida por la Asociación Americana del Corazón (AHA) en 2012 reveló que las tres razones principales por las que las mujeres hispanas NO llaman al 9-1-1 cuando experimentan un ataque al corazón son:
- 59% de las mujeres hispanas cree que deberían primero tomar una aspirina
- 39% de las mujeres hispanas creen que tienen responsabilidades para otras personas o cosas
- 37% de las mujeres hispanas crees que deberían llamar primero a un pariente o amigo menos de la mitad de las mujeres latinas de 55 años en adelante
- 15% de las mujeres latinas en este grupo reconocieron los síntomas atípicos del ataque al corazón como náusea, vómito o fatiga inusual (que puede estar presente durante varios días).
- 38% de las mujeres hispanas comparada con 65% de las mujeres blancas no hispana estaban conscientes que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte entre mujeres
- Solamente 6 de cada 10 mujeres latinas de edad avanzada expresó que llamaría al 9-1-1 primero si pensaban que estaban teniendo un ataque al corazón.
Cuarenta por ciento de las mujeres latinas tienen dos o más factores de riesgo para un ataque cardíaco, de acuerdo con un estudio del Journal of the American Medical Association que fue financiado por el HHS. De hecho, una de cuatro cada mujeres puertorriqueñas tiene tres o más factores de riesgo.
Los principales factores de riesgo para un ataque al corazón entre mujeres latinas son: Presión arterial alta colesterol alto Obesidad Diabetes Fumar Datos de un estudio en el Journal of Women’s Health sugiere también que las mujeres que padecen el más alto riesgo para un enfermedad cardiovascular son las que están menos conscientes de la amenaza.