Mi amiga Cinthia sobrevive de resfriado en resfriado, pero se niega a tomar vitaminas. Cada vez que abordamos el tema, se ríe y me dice que son innecesarias. Incluso he intentado explicarle la importancia de la vitamina A para nuestra salud, pero no le interesa.
Cinthia y mucha gente no saben que los síntomas de la deficiencia de vitamina A son: cansancio excesivo, dificultad para ver en la oscuridad y picazón en los ojos; inflamación e irritación nasal; tos persistente y enfermedades respiratorias; infertilidad.
Tal vez haya escuchado a la abuela decir que “comer zanahorias mejora el sentido de la vista”. Y hay algo de razón en esa frase: las zanahorias contienen carotenoides, pigmentos que el hígado transforma en vitamina A para fortalecer los tejidos que recubren los ojos, los pulmones y el tracto intestinal.
Cuando estos revestimientos se debilitan por carecer de vitamina A, es más probable que las bacterias dañinas ataquen y provoquen infecciones.
En 1912, un bioquímico polaco llamado Casimir Funk, descubrió las vitaminas como las conocemos hoy. > HISTORIA.
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El organismo necesita vitamina A -cerca de 5.000 unidades internacionales (UI) diarias- para mantener ojos y piel sanos, impedir el envejecimiento prematuro y reforzar el sistema inmunitario (*).
1 Fertilidad y reproducción. La vitamina A es fundamental para el crecimiento del niño durante y después del embarazo. Si la madre no le suministra suficiente vitamina A, el resultado es una mayor tasa de mortalidad para el pequeño debido a diarrea, sarampión e infecciones respiratorias. Mientras tanto, la falta de vitamina A afecta la calidad de los espermatozoides.
2 Mejora el sistema inmunitario. La pared intestinal depende de la vitamina A para la formación o el mantenimiento de las células. Esta barrera es fundamental para mantener a los patógenos alejados de los órganos vitales. Una ligera deficiencia de vitamina A es suficiente para aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias y diarrea.
3 Piel radiante. La vitamina A protege a las células de la piel de la oxidación oxidativa, como los rayos UV. Como resultado, puede retrasar el proceso de envejecimiento, estimular la renovación de la piel, suavizarla y contrarrestar el acné. Además, los alimentos con vitamina A son ricos en colágeno, un componente fundamental para la piel sana.
4 Una mejor vista. El retinol es un compuesto derivado de la vitamina A que mejora la textura y el aspecto de la piel, así como la salud ocular. Por lo tanto, quizá no sea una coincidencia que en el caso de los ojos tengamos la “retina”. El daño a la retina a causa del estrés oxidativo es la razón más común de pérdida de visión en la población de edad avanzada.
5 Efecto antiinflamatorio. Aparte de las enfermedades infecciosas, la ingesta insuficiente de vitamina A contribuye a la inflamación crónica en el cuerpo. Por esta razón, el efecto antiinflamatorio de la vitamina A es esencial, desde la piel hasta los pulmones.
6 Huesos más fuertes. Cuando se trata de tener huesos fuertes, se presta más atención al calcio. No obstante, la vitamina A es relevante para la construcción y el crecimiento de los huesos. Mientras que las personas con niveles más bajos de vitamina A en la sangre tienen un mayor riesgo de fracturas óseas, los individuos con niveles más altos de vitamina A experimentan menos riesgos.
7 Perder peso. La vitamina A promueve el crecimiento de los niños. Sin embargo, no solo ayuda al desarrollo muscular, sino también a perder grasa. Según varios estudios, la deficiencia de vitamina A en la dieta va acompañada de obesidad.
8 Los mejores alimentos con vitamina A: hígado de ternera, de gallina o de bacalao; caballa, salmón y atún; queso de cabra o azul, mantequilla y huevos. También está disponible en frutas como pomelos, mangos y melones. Algunas personas optan por tomar vitamina A en forma de suplemento. Pero, ¿qué es mejor, la vitamina A en comprimidos o en alimentos? En general, las fuentes alimentarias son preferibles a los suplementos. La mejor forma es seguir una dieta equilibrada rica en frutas y verduras.
La Vitamina A es necesaria para el buen funcionamiento del sistema inmunitario, la visión y la reproducción. Regula los niveles de hormonas, fomenta el crecimiento óseo y contribuye a la expansión celular saludable. La carencia de esta vitamina produce ceguera nocturna e inflamación crónica de los ojos conocida como “xeroftalmia”, así como otros problemas del sistema inmunitario y las hormonas.
(*) Lo correcto es decir “sistema inmunitario” y no sistema inmunológico al sistema que tienen los seres vivos para protegerse de enfermedades y sustancias extrañas.
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Retinol. Carotenoides. Xeroftalmia.
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