Desde hace 50 años, las bebidas azucaradas son una de las opciones más populares, a pesar de que muchas de ellas contengan altos niveles de azúcar y calorías, un tremendo impacto negativo en nuestra salud. Un estudio llevado a cabo durante casi dos décadas revela una conexión entre el consumo de bebidas azucaradas y la muerte prematura en personas con diabetes tipo 2. El café, la leche baja en grasa y el agua disminuyen esas probabilidades.
Los datos del estudio fueron obtenidos de más de 9.000 mujeres y más de 3.500 hombres, todos con diabetes tipo 2. En un período de 18.5 años, cada dos años los pacientes informaron con qué frecuencia bebían bebidas azucaradas o endulzadas artificialmente, así como jugo, café, té, agua y leche baja en grasa.
De acuerdo con los resultados, consumir una bebida azucarada diaria aumenta un 8 % la mortalidad de personas con diabetes tipo 2. Pero, las opciones de bebidas saludables disminuyen el riesgo de muerte prematura en un 18 %
En 2021, 537 millones de adultos en todo el mundo tenían diabetes tipo 2. Se prevé 783 millones para 2045.
Algunos hábitos de consumo saludable presentan grandes beneficios. Por ejemplo, beber café negro en lugar de refresco o limonada tiene un riesgo 18 % menor de muerte prematura por todas las causas y un 20 % menor riesgo de muerte por enfermedad cardíaca. El agua reduce el riesgo de morir por graves enfermedades del corazón en un 16 % para todos los casos y un 20 % para enfermedades del corazón.
“Creo que la palabra clave es calidad”, dice el coautor del estudio, Dr. Qi Sun, profesor asociado de nutrición y epidemiología en Harvard T.H. Escuela Chan de Salud Pública. “Un factor para medir la calidad de vida es la asociación de los efectos de las bebidas en la salud”.
Por otra parte, las bebidas con edulcorantes artificiales son menos problemáticas que sus contrapartes azucaradas. El reemplazo de una bebida azucarada con una azucarada artificial endulzada tiene un riesgo del 8 % menor de mortalidad prematura y un riesgo del 15 % menor de mortalidad por enfermedades del corazón.
Dr. Nita Gandhi Forouhi, de la Universidad de Cambridge en Inglaterra, opina que los hallazgos apuntan en una dirección: beber menos bebidas azucaradas y alternativas más saludables es lo mejor para las personas con diabetes tipo 2. Según Forouhi, “la diabetes es un problema bastante grave que reduce la esperanza de vida. Algo tan simple como cambiar sus bebidas, tiene un impacto bastante significativo”.
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Connie Diekman, consultor de alimentos y nutrición y expresidente de la Academia de Nutrición y Dietética, señala que las bebidas azucaradas tienen muchas calorías pero poco o ningún valor nutricional. No satisfacen el hambre, y es posible consumir una gran cantidad en minutos. “Todos, no solo las personas con diabetes tipo 2, deberían saber cuánto de estas bebidas consumen”, sugiere Diekman.
¿Qué son las bebidas azucaradas? Todas las bebidas con un contenido significativo de azúcar añadido: refrescos, jugos procesados, bebidas energéticas y deportivas, tés helados y alguna agua con sabor. Aunque estas bebidas parecen inofensivas, su alto contenido en azúcar tiene efectos negativos a largo plazo.
¿Cuáles son los peligros? El consumo frecuente de estas bebidas aumenta el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades del corazón y caries dentales. Además, la ingesta habitual también puede afectar nuestro estado emocional.
¿Cuáles son las alternativas saludables? Hay muchas alternativas, entre ellas: Agua. Té o café negro sin azúcar agregada. Jugos naturales. Leche baja en grasa.
¿Qué efectos tienen las bebidas azucaradas en la salud dental? El azúcar de los alimentos y bebidas desarrolla una placa bacteriana en la boca y produce caries dental y otros ácidos que dañan los dientes.
✅ La importancia de leer las etiquetas nutricionales. Al comprar una botella o lata de soda o refresco, lea la etiqueta y preste atención al contenido total de azúcar. Seleccione aquellas opciones que son bajas en calorías y tengan menos azúcares añadidos.
⭕️ ALERTA. Los estadounidenses comen y beben demasiada azúcar añadida. Entre los años 2017 y 2018, los niños y adultos jóvenes, de 2 a 19 años, consumieron, en promedio, 17 cucharaditas de azúcar añadida al día. De acuerdo al sexo, en promedio, los niños consumieron 18 cucharaditas al día y 15 las niñas.
Con información de Healthday.com
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