Desde niña, Mary escuchaba que es importante conservar limpias y bien cortadas las uñas de las manos. Sin embargo, nunca entendió por qué su madre se preocupaba tanto por las uñas.
A medida que crecía, Mary se dio cuenta de que las uñas no son solo estéticas: protegen la punta de los dedos, recogen objetos pequeños, sirven para rascarse o abrir una lata de refresco, y, por supuesto, pintarlas de todos los colores y llamar la atención de hombres y mujeres por igual. Hoy, algunas uñas femeninas son obras de arte.
Bien informada, ahora Mary es fiel seguidora de una dieta basada en vitaminas y minerales, la solución energética perfecta para lucir sus uñas de color rojo intenso.
Las uñas tienen una proteína llamada queratina, una capa dura y protectora en la punta de los dedos que sirve de barrera contra gérmenes y bacterias que engendran infecciones.
Quebradizas, descoloridas o con estrías, las uñas indican complicaciones de salud subyacentes, como trastornos tiroideos o infecciones fúngicas. Para impedir dolencias, las reglas son: uñas limpias y secas, cortarlas con regularidad y no mordérselas (“comerse las uñas”, como es vox populi).
Los colores, el aspecto y la forma de las uñas notifican sobre el estado de salud y la higiene. Por esta razón, todos los médicos examinan primero las uñas para entrever posibles afecciones.
Color. Las uñas palidecen si hay anemia. El blanqueamiento es perceptible en la cirrosis. Pierden color con fármacos como los antibióticos. Y son marrones en las enfermedades renales.
Con menos irrigación sanguínea, son amarillas, como en la ictericia y la psoriasis. La uña sana tiene un ligero color rosado y una superficie convexa de lado a lado.
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Consumir naranjas, verduras y frutos secos, vigoriza las uñas. Además, los alimentos ricos en vitaminas (A, B y D), proteínas, yodo, zinc, omega-3 y 6, fósforo, azufre, selenio, hierro, calcio, potasio y ácido fólico son imprescindibles para uñas saludables. Importante: disminuir el consumo de azúcar.
1 – Protegerlas. Debemos cuidarlas de la humedad y las agresiones ambientales. Para lograrlo, emplear guantes al fregar, nunca cortarlas excesivamente y aplicar esmaltes no tóxicos. Las uñas artificiales son una opción, pero deben ser implantadas por profesionales.
2 – Una buena higiene. Es elemental lavarlas con frecuencia y luego conservarlas secas para librarse del crecimiento de hongos y bacterias. Otra buena elección es un limpiador antibacteriano de manos y uñas.
La limpieza de las manos previene enfermedades y optimiza el aspecto estético de las uñas. Lavarse las manos con un jabón con glicerina, hidrata y suaviza la piel, contra la sequedad y las grietas. La glicerina también refuerza a las uñas, porque las hace menos propensas a romperse.
3 – Tijeras de manicura. Cortar las uñas en línea recta y redondear las puntas, impide que se quiebren o se astillen. Seleccionar las tijeras adecuadas, de calidad y de larga duración.
Para que no se debiliten hay que limar las uñas en la misma dirección. Si se liman en direcciones diferentes, es fácil que se rompan. Limarlas desde el borde hacia el centro, no en un vaivén, ya que esto las desgasta.
4 – Vitamina E para las cutículas. La vitamina E hidrata intensamente las cutículas y previene las uñas secas y quebradizas. Este nutriente está en aceites de cutículas y cápsulas concentradas.
✅ Hidratar las uñas y las cutículas con aceites naturales como aceite de coco o de oliva. El uso continuado de quitaesmaltes, quebranta las uñas. Darles un descanso de vez en cuando, sin esmalte ni productos químicos. Masajear las uñas y las cutículas, mejora la circulación sanguínea. Remedios caseros como el vinagre de manzana, el ajo y el limón, fortalecen las uñas. Las uñas de las manos crecen más rápido que las de los pies. Algunos alimentos que desarrollan uñas saludables: zanahorias, huevos, salmón, legumbres, almendras y nueces.
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