Miguel, mi compañero de la niñez, tenía un dolor de espalda tan intenso que estaba confinado en su cama. Siempre atribuía el malestar a los achaques normales de la edad. Pero, perdió tanto peso que resaltaban los huesos de la espalda. Afortunadamente, el médico encontró un tratamiento para aliviar el dolor. Hoy, Miguel luce optimista y con ganas de vivir.
En Estados Unidos, una de cada cinco personas sufre de dolor de espalda crónico, según informes de los seguros de salud. Las causas tienen dos orígenes: “mecánica” (hernia de disco o discal, asentamiento de vértebras, dolor lumbar y malformaciones), o “inflamatorio”.
1) Las tensiones musculares son las más comunes. 2) Un disco intervertebral roto, o hernia de disco, provoca un intenso dolor de espalda. 3) La postura incorrecta, el levantamiento pesado y los movimientos repetitivos también provocan dolor de espalda.
4) En la etapa de envejecimiento, es probable que la médula espinal se contraiga. Esto se conoce como estenosis espinal. 5) Una persona con artritis suele sufrir dolor de espalda. 6) Debido a los cambios generativos, las vértebras adyacentes de la médula espinal pueden volverse inestables y comenzar a deslizarse. Esto se llama espondilolistesis.
7) A veces, los problemas psicológicos como el miedo, la ansiedad y la depresión aumentan la incomodidad y el dolor. 8) Dolor agudo, conocido como dolor lumbar, es un trauma en la parte baja de la espalda. 9) Si el dolor de espalda persiste durante más de tres meses, se considera crónico.
Si el dolor se extiende a las piernas, el área rectal y el pie, con desarrollo de náuseas, fiebre y vómitos, se debe informar inmediatamente a un médico. El dolor siempre es una señal de que algo está mal y si se ignora continuamente provoca daños más graves.
Si en el 90 % de los casos el dolor de espalda se cura en menos de 4 a 6 semanas, es mejor tomar ciertas precauciones antes de que el dolor se establezca de forma duradera y se vuelva crónico.
1 Moverse para fortalecerse. Contrariamente a lo que se podría pensar, practicar una actividad física regular ayuda a evitar las dolencias. También es aconsejable el yoga o relajación. La relajación y el estiramiento evitan la excesiva carga de los lumbares situados en la columna vertebral. Recuerde que el estrés puede causar dolor de espalda: otra razón para relajarse.
2 Adoptar una buena posición. Si está sentado todo el día frente a una computadora, tenga cuidado: una mala posición produce dolor de espalda. Asegúrese de mantenerse erguido y levantar las piernas y pies cada 30 minutos, como ejercicio. El asiento debe ser cómodo, adaptado a su cuerpo.
3 Elija bien los zapatos. Caminar es excelente para la salud, pero estar de pie provoca un dolor terrible en la espalda, especialmente si lleva zapatos de tacón. Cuando compre un par de zapatos, que sea con tacón pequeño, ni planos ni demasiado altos.
4 Buena ropa de cama. Algunas personas sufren de dolores en la espalda en casa, pero no cuando duermen en otro lugar. Esto significa que su colchón es malo y hay que cambiarlo. El mismo consejo para la almohada. Idealmente, seleccione una almohada con memoria de forma. De lo contrario, tome una almohada firme si duerme sobre la espalda y suave si duerme de lado.
5 Buenos gestos. Algunos movimientos son extremadamente malos para la espalda. Para evitar cualquier riesgo de dolor crónico, tome buenos hábitos. Cuando tenga que recoger un objeto, por ejemplo, no se incline hacia delante, doble las rodillas. Tenga cuidado también cuando deba llevar una carga pesada: levántela gradualmente y evite el movimiento de girar la espalda. Si es necesario, use un cinturón lumbar.
6 Vigile su peso. Para no sufrir un dolor de espalda crónico, hay que hacer dieta. De hecho, la grasa del vientre tira de la espalda, utilizando el disco intervertebral y agravando el dolor de ligamentos. Si tiene obesidad, pierda peso y así elimina el dolor de espalda crónico.
¿Cómo empieza el dolor de espalda? Muchas veces con una hernia discal, que en términos médicos se denomina núcleo pulposo herniado. Los médicos definen la hernia discal como una rotura del “disco intervertebral”, que se encuentra entre las vértebras de la columna vertebral.
El dolor puede extenderse a las nalgas y avanzar hacia las piernas, donde produce debilidad, entumecimiento y hormigueo.
El tratamiento incluye una dieta en la que las calorías se fijan en función de las necesidades metabólicas del paciente. El médico puede aumentar la ingesta de fibra, así como más líquidos y añadir compresas calientes o mecanismos ortopédicos para reducir el dolor de espalda, como collarines cervicales y corsés ortopédicos. Otros especialistas recomiendan la acupuntura y la masoterapia para relajar los músculos tensos de la espalda.