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Con estos alimentos, adiós al riesgo de cáncer y otras enfermedades

“Nunca olvidaré el día que la conocí, era una mujer mayor con una expresión amable. Fue en el supermercado, donde ella estaba comprando frutas y verduras de todos los colores. ¿Cuál es el propósito de todo esto?, le pregunté. Ella sonrió y dijo: Estos son los alimentos que nos permiten mantener una buena salud”.

A continuación, explicó la importancia de consumir frutas y verduras. También mencionó que añadir frutos secos, semillas y legumbres a nuestra dieta ayuda a proporcionar nutrientes esenciales. Agradecí su consejo y, desde ese día, me aseguré de incorporar alimentos muy saludables en mi vida diaria.

Después de las enfermedades cardíacas, el cáncer es la segunda enfermedad más mortal en EE. UU. Entonces es lógico consumir alimentos ricos en nutrientes que reducen el riesgo de cáncer.

Una dieta rica en fibra, vegetales y frutas, incluyendo jugos de frutas, hace una gran diferencia en la batalla contra el cáncer.

Los fitoquímicos en los frijoles y las verduras como brócoli, coliflor y repollo, son muy buenas opciones. También las verduras de hoja verde oscuro como espinacas, lechuga romana y col rizada, llenas de fibra, luteína y carotenoides, sustancias que combaten el cáncer. Hay que seleccionar alimentos con abundantes cantidades de vitaminas A, C y E, todos ellos antioxidantes.

TOMATES Y SANDÍAS. Los tomates son un superalimento contra el cáncer. No solo contienen licopeno, el fitoquímico antioxidante que también ayuda a prevenir las enfermedades cardíacas, sino que son una buena fuente de vitaminas A, C y E. Un buen consejo: añadirlos siempre a las ensaladas o usarlos como ingredientes en una pizza casera.

Entre las frutas, destacamos la sandía, que está llena de antioxidantes e incluye 80 % del requerimiento diario de vitamina C. También es una gran fuente de vitamina A o betacaroteno.

REPOLLO Y FRIJOLES. El repollo es un vegetal crucífero que reduce el riesgo de cáncer de colon y recto, es rico en fibra y tiene casi el 50 % de los requerimientos diarios de vitamina C. Por otra parte, las zanahorias son una fuente maravillosa de fibra y vitamina A.

La pasta integral posee fibra y el brócoli contiene bastante vitamina A y C. Las fresas y los arándanos también son ricos en vitamina C y fibra. Es comida rápida y sencilla que puede agregarse fácilmente a una avena de cereal o yogur bajo en grasa.

ACEITE DE OLIVA Y SARDINAS. Aunque está comprobado de que los alimentos saludables y densos en nutrientes reducen el riesgo de un infarto cardíaco, tal vez no sepamos cuáles son mejores. Comer grasas insaturadas, como los ácidos grasos omega-3 y el aceite de oliva, reduce los triglicéridos. Y una dieta rica en fibra soluble, en legumbres y algunas frutas y verduras, disminuye los niveles de colesterol LDL.

Las sardinas son una fuente impresionante de ácidos grasos omega-3, junto con el calcio y la niacina. Prepare sardinas frescas a la parrilla, o sardinas enlatadas que funcionan muy bien en ensaladas o sándwiches. La caballa contiene omega-3 y bastante selenio, un mineral antioxidante que protege el cuerpo de enfermedades cardíacas y cáncer.

AZÚCAR Y CARBOHIDRATOS. Los alimentos procesados altos en azúcar y bajos en fibra y nutrientes se relacionan con varias enfermedades. Los investigadores aseguran que una dieta que hace que los niveles de glucosa en la sangre se disparen, está asociada con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo los de estómago.

CARNE PROCESADA. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) considera que la carne procesada es un carcinógeno. La carne procesada se refiere a la carne que es tratada para preservar el sabor mediante salazón, curado o ahumado. Incluye perros calientes, jamón, tocino, chorizo y salami.

Más de 800 estudios han encontrado que consumir solo 50 gramos de carne procesada cada día –alrededor de cuatro rebanadas de tocino o un perro caliente–, aumenta el riesgo de cáncer en un 20 %.

COMIDA SOBRE-COCINADA. Cocinar ciertos alimentos a altas temperaturas, como freír y asar a la parrilla, produce compuestos nocivos como aminas heterocíclicas (HA) y glicación avanzada (AGEs). La acumulación excesiva de estos compuestos dañinos contribuye a la inflamación y desarrollo de cáncer y otras enfermedades.

Según la IARC, alimentos de origen animal con alto contenido de grasas y proteínas, así como los altamente procesados, tienen más probabilidades de producir estos compuestos nocivos a altas temperaturas. Entre ellos: la carne, especialmente la roja, algunos quesos y huevos fritos.

Más información: Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer

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