Nanji, que también trabaja en el departamento de anestesia, atención crítica y medicina del dolor del Hospital General de Massachusetts, reportó los hallazgos de su equipo en la edición en línea del 25 de octubre de la revista Anesthesiology.
Los autores del estudio anotaron que las rigurosas revisiones de seguridad que por lo general se implementan en muchos hospitales con frecuencia se relajan en el ambiente quirúrgico, donde el ritmo rápido de los eventos y las circunstancias cambiantes pueden requerir decisiones rápidas y acción inmediata.
Teniendo eso en cuenta, los investigadores se concentraron en las cirugías realizadas en el Hospital General de Massachusetts en un periodo de siete meses entre 2013 y 2014.
Se registraron todos los medicamentos y errores con los medicamentos, o se dedujeron de los expedientes médicos, cubriendo desde el momento en que un paciente entraba al área prequirúrgica hasta que salía de cirugía y estaba en una sala de recuperación o en la unidad de cuidados intensivos.
El resultado: más del 5 por ciento de las veces, se administraron medicamentos por error o se observaron eventos farmacológicos negativos.
Dos tercios de los errores con medicamentos se clasificaron de “graves”, mientras que el 2 por ciento se consideraron potencialmente letales, aunque no murió ningún paciente como resultado de ellos. Los demás errores se consideraron como “significativos”.
“Los hospitales de todo el país buscan constantemente formas de mejorar la atención del paciente”, aseguró el Dr. John Combes, director médico de la Asociación Americana de Hospitales (American Hospital Association), en Washington, D.C.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
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