Los trabajos con un estrés alto, que tienen una alta demanda y poco control, incluían a las camareras, a los ayudantes de enfermería y a otros trabajadores de la industria de los servicios. Las personas con trabajos activos, como los médicos, los maestros y los ingenieros, tenían una exigencia alta y un alto control, explicaron los investigadores.
Las personas con trabajos con mucho estrés tenían un 58 por ciento más probabilidades de sufrir un ACV provocado por un coágulo sanguíneo en el cerebro (un accidente cerebrovascular isquémico) que las personas con trabajos con poco estrés. Los que tenían trabajos pasivos y activos no presentaban ningún aumento en el riesgo de ACV, dijo Huang.
Los investigadores dijeron que más del 4 por ciento del riesgo general de ACV era provocado por los trabajos con mucho estrés. Pero en las mujeres, los trabajos con mucho estrés aumentaban ese riesgo en un 6.5 por ciento.
El estudio tiene algunas limitaciones, anotaron los investigadores. En primer lugar, los estudios originales midieron el estrés una sola vez. En segundo lugar, otros factores de riesgo de ACV, como la hipertensión o el colesterol alto, no fueron tomados en cuenta en los estudios originales.
“Hay formas de aumentar el control personal en el lugar de trabajo”, dijo. Éstas pueden incluir horarios flexibles y más potestad para tomar decisiones. “Quizá no funcionen, pero me encantaría que se probaran”, dijo Majersik.
Además, las personas pueden cambiar de trabajo y encontrar uno en el que tengan más control, planteó.
“Considero al estrés laboral como otro factor de riesgo modificable”, aseguró Majersik. “Todavía no sabemos qué hacer al respecto. Pero aconsejo a mis pacientes que es algo a tomar en cuenta”.
Los pacientes con frecuencia preguntan si el estrés provocó su ACV, señaló Majersik. “No sabía qué decirles, pero ahora siento que puedo decirles que quizá sí”.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
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