Los hombres siguen siendo más propensos a ser VIH positivos que las mujeres, y los negros más que ningún otro grupo racial, con una tasa estimada del 1.6 por ciento. Eso es siete veces más que los demás grupos raciales o étnicos. Las cifras resaltan “la enorme desigualdad” de la epidemia de VIH, dijo del Río. “El VIH es una epidemia concentrada, y no afecta a las personas por igual”.
El Dr. David Margolis, especialista en VIH de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, dijo que los hallazgos no son sorprendentes. La epidemia ha permanecido estable, comentó, y ha habido “pocos avances en la administración de diagnósticos y atención a suficientes personas de las poblaciones afectadas”.
En cuanto a la gran cantidad de personas VIH positivas que no habían tomado los antirretrovirales recomendados en el mes anterior (un 48 por ciento), del Río dijo que esas estadísticas revelan lo lejos que están esas cifras de la meta de UNAIDS para el año 2020. El objetivo: que el 90 por ciento de las personas infectadas con VIH conozcan su estado, que el 90 por ciento de las personas diagnosticadas tomen antirretrovirales, y que el 90 por ciento de los que reciben el tratamiento no tengan niveles detectables del virus en la sangre.
Eli Rosenberg, profesor asistente de epidemiología de la Facultad de Salud Pública Rollins de la Universidad de Emory, advirtió que se encuestó a una cantidad limitada de personas VIH positivas.
Pero “lo que está claro es que la cantidad de personas que no reciben una terapia efectiva es alta, y a niveles que no debemos tolerar como una sociedad a la que el estado médico de la gente le importa”, enfatizó.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
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