La buena noticia es que las tasas de obesidad han permanecido iguales en todos los estados menos cinco, señaló Levi. Aunque la tasa de obesidad no ha bajado en ningún estado, considera que esa estabilización es una señal esperanzadora.
“Lo vemos como una señal de progreso, y los esfuerzos realizados por ayudar a controlar la epidemia en los últimos años están teniendo un impacto, y son prueba de que si invertimos en programas efectivos, podemos cambiar las cosas”, dijo Levi.
“Pero hasta ahora las inversiones han sido limitadas y no han sido suficiente para revertir la tendencia”, añadió.
En 2014, las tasas de obesidad aumentaron en Kansas, Minnesota, Nuevo México, Ohio y Utah, según un informe publicado el lunes por Trust for America’s Health y la Robert Wood Johnson Foundation.
La tasa más alta de obesidad se vio en Arkansas, con un 35.9 por ciento. Colorado tiene la tasa más baja, con un 21.3 por ciento.
Ahora, más del 30 por ciento de los adultos, casi el 17 por ciento de las personas de 2 a 19 años de edad y más del 8 por ciento de los niños de 2 a 5 años son obesos, encontró el informe.
Como consecuencia, casi el 78 por ciento de los estadounidenses tienen un riesgo más alto de sufrir una variedad de problemas de salud relacionados con la obesidad, como las enfermedades cardiacas, la diabetes tipo 2 y el cáncer, advirtieron los investigadores.
Levi planteó que la prevención es esencial para acabar con la epidemia de obesidad. “Es más fácil y efectivo prevenir la obesidad que revertir las tendencias luego”, dijo.
Esto significa fomentar una buena nutrición y la actividad física a una edad temprana, de forma que los niños comiencen la escuela con un peso saludable y sigan igual a medida que crecen, comentó Levi.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
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