Con respecto a los datos demográficos, las personas estadounidenses de origen mexicano tenían la tasa más alta de osteoporosis (casi el 25 por ciento), mientras que los negros tenían la tasa más baja (un poco más del 10 por ciento), halló el reporte.
Chaudhary enfatizó que gran parte de esta pérdida ósea se podría prevenir.
“Llegamos al máximo de densidad mineral ósea en la adolescencia y entonces debemos trabajar concienzudamente para mantenerla mediante la actividad, una dieta equilibrada y la consulta a profesionales de la atención sanitaria”, dijo.
Si se descuida la salud ósea en la juventud, las consecuencias en la calidad de vida podrían ser significativas, añadió Chaudhary. “La osteoporosis es la etapa más grave, y a menudo puede resultar en una o más fracturas de la columna, y provocar dolor y discapacidad”, advirtió.
“Se recomienda la evaluación de la densidad mineral ósea para las mujeres posmenopáusicas y los hombres mayores de 49 años en función de sus perfiles de factores de riesgo, o para todas las mujeres mayores de 69 años y los hombres mayores de 79 años”, dijo Chaudhary. Cree que la dieta también es importante, especialmente la ingesta de calcio y vitamina D, que trabajan juntos para fortalecer a los huesos.
La Dra. Caroline Messer, que dirige el Centro de Trastornos de la Glándula Pituitaria y Neuroendocrinos del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York, señaló al “porcentaje inesperadamente alto de hombres mayores de 65 con osteopenia”.
Aunque las directrices actuales no recomiendan las pruebas rutinarias de densidad ósea para los hombres menores de 80 años, “basándonos en estos nuevos datos, quizá también se debería pensar en los hombres mayores de 64 años para las pruebas rutinarias”, dijo Messer.
El reporte fue publicado el 13 de agosto por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los CDC.
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