Los hallazgos muestran que se debe animar a las personas que intentan perder peso a que lo hagan, aunque quizá recuperen el perdido, dijeron los investigadores.
“Lo último de lo que deben de preocuparse los millones de estadounidenses que batallan por perder peso es que si lo recuperan quizá aumente su riesgo de cáncer”, señaló Stevens en un comunicado de prensa de la sociedad.
“Hasta donde sepamos, este estudio es hasta la fecha el más grande y abarcador sobre el tema, y debe resultar reconfortante. Nuestros hallazgos sugieren que los individuos con sobrepeso y obesos no deben permitir que los temores sobre su capacidad de mantener la pérdida de peso eviten que intenten perder peso en primer lugar”, añadió.
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