“Creo definitivamente que esta [falta de concienciación] sigue siendo un problema”, lamentó McCutcheon “La gente cree que la hierba de San Juan es segura porque pueden comprarla en una tienda naturista”.
En Estados Unidos, no se estudia la seguridad ni la efectividad de los complementos dietéticos antes de que lleguen al mercado.
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“Además, uno está confiando en que las compañías se aseguren de que esos productos incluyan los ingredientes que deben y que no contengan los que no deben”, dijo McCutcheon.
La situación es similar en Australia, y muchos consumidores ignoran que los complementos no se regulan en la mayoría de casos, según el equipo de Hoban.
Los investigadores basaron sus hallazgos en informes de los médicos presentados a la agencia nacional de seguridad de los fármacos de Australia. Entre 2000 y 2013, hubo 84 informes de reacciones adversas a la hierba de San Juan, y 447 informes sobre el Prozac.
Pero dado que se trata de informes voluntarios, no reflejan la tasa real de efectos secundarios de ninguna de las dos terapias, según los investigadores. Y es particularmente probable que las reacciones adversas a la hierba de San Juan no se reporten, dado que la hierba con frecuencia ni siquiera se considera como un fármaco, dijo Hoban.
Según McCutcheon, es importante que las personas con síntomas de depresión acudan a un profesional de la salud antes de automedicarse con hierba de San Juan. “Eso ayudará a garantizar que cuenten con el diagnóstico adecuado”, comentó.
Si los síntomas en realidad son parte de otro trastorno, la hierba de San Juan quizá no sea efectiva, o incluso podría ser arriesgada. Por ejemplo, McCutcheon señaló que en las personas con trastorno bipolar, la hierba podría fomentar un episodio maníaco.
Pero quizá el mayor problema, dijo, es el potencial de que la hierba de San Juan interactúe con fármacos de uso común.
La hierba puede reducir la efectividad de las pastillas anticonceptivas, los anticoagulantes y los fármacos para la enfermedad cardiaca, junto con algunos medicamentos para el VIH y el cáncer, según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral de EE. UU.