Las existencias de los bancos de sangre tienden a ser bajas en enero porque la época de fiestas y el tiempo típicamente cruel de la estación con frecuencia evitan que las personas vayan a los centros de donación. Pero donar sangre o productos de sangre, como las plaquetas, es una forma relativamente rápida y fácil de hacer una diferencia real en las vidas de las personas con problemas graves de salud.
“Muchos donantes afirman que los hace sentirse muy satisfechos”, señaló en un comunicado de prensa del hospital la Dra. Melissa George, directora médica del banco de sangre del Centro Médico Milton S. Hershey de Penn State Health. “A veces hay personas que necesitan plaquetas específicas que solo algunos donantes tienen, así que esos donantes se sienten orgullosos cuando los llaman para ayudar”.
Debido a que con frecuencia hay escasez de sangre a principios del año nuevo, la Cruz Roja Americana ha nombrado a enero como “mes nacional del donante de sangre”.
Pero algunas personas no donan porque temen a las agujas. Otras suponen erróneamente que otras personas están haciendo donaciones y que su sangre no es necesaria, explicó Gwen Howell, técnica principal del banco de sangre.
Eso no augura nada bueno para las personas tratadas en las salas de emergencias por lesiones y accidentes, que necesitan sangre desesperadamente. Las personas con cáncer, los receptores de trasplantes, los bebés prematuros y otros también podrían necesitar transfusiones.
Para proteger la salud de los que reciben transfusiones de sangre, la sangre donada se somete a pruebas del VIH, la hepatitis C y otros agentes que provocan infecciones y enfermedades, como el virus del Zika. Los donantes también completan encuestas y responden a preguntas que podrían ayudar a los médicos a identificar los riesgos potenciales.