Los pesos durante el embarazo siguen en aumento en Estados Unidos, y menos de la mitad de las mujeres tienen un peso sano antes de la concepción, informan las autoridades de salud de EE. UU.
Los expertos en el embarazo temen que esta tendencia podría amenazar la salud de las madres y sus bebés.
“A medida que el tamaño de la población estadounidense aumenta, vemos cada vez más mujeres que comienzan el embarazo con unos pesos malsanos”, señaló la Dra. Jennifer Wu, obstetra y ginecóloga en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. “Esto plantea riesgos para ellas durante el embarazo, y también aumenta los riesgos para los bebés”.
Y las consecuencias de salud no acaban con el embarazo, añadió Wu.
“Lamentablemente, muchas de esas mujeres aumentarán demasiado de peso durante el embarazo, y no perderán el peso del embarazo”, dijo.
Por eso la intervención antes de la concepción es tan importante, anotó otra experta en salud de las mujeres.
“Evaluar el índice de masa corporal [IMC], la consejería y la remisión al tratamiento para optimizar el peso antes del inicio del embarazo es absolutamente esencial para comenzar a revertir esta tendencia”, planteó la Dra. Jill Rabin, codirectora de la división de atención ambulatoria en los Programas de Salud de las Mujeres y los Servicios PCAP, parte de Northwell Health en New Hyde Park, Nueva York.
“La atención previa a la concepción es crucial, y un momento clave en la salud médica y la vida de una mujer para comenzar a hacer una diferencia”, añadió Rabin.
Según el informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., el porcentaje de mujeres que eran obesas al inicio de su embarazo aumentó en un 8 por ciento entre 2011 y 2015.
Y las tasas de sobrepeso en el momento de la concepción aumentaron en un 2 por ciento en el mismo periodo.
Tener un bebé sano implica cuidarse antes del embarazo, anotaron los investigadores.
“Evaluar el IMC durante la atención clínica de rutina ofrece oportunidades para promover un peso normal antes del embarazo”, escribieron los investigadores dirigidos por Nicholas Deputy, miembro postdoctoral de la división de salud reproductiva de los CDC.