- Elige más proteína a base de plantas: frijoles, tofu, tempeh y pistachos son algunas opciones a considerar. Esto puede conducir a una menor ingesta de grasas “malas” cuando se consumen en lugar de proteínas de origen animal. Prueba esto: disfruta de un bol de chile con una porción de guacamole en lugar de chile grasiento y carnoso. O prepare un simple pilaf de arroz integral y pistacho espolvoreado con cáscara de mandarina en lugar de un arroz frito de cerdo para llevar.
- Aumenta la ingesta de granos enteros: puede ayudar a aumentar el consumo de fibra, lo que puede ayudar a llenarte. Por ejemplo, prueba un grano entero que sea nuevo para ti, como farro, freekeh, quinoa o sorgo. Puedes servirlo como el arroz, pero tendrás un sabor y una textura agradablemente crujientes.
- Disfruta de la cantidad justa de grasas “buenas”: el USDA recomienda consumir menos del 10% de las calorías diarias de grasas saturadas (“malas”). Intenta esto: elige alimentos ricos en nutrientes que también tengan grasas buenas, como Wonderful Pistachios (casi el 90 por ciento de sus grasas son del tipo insaturado bueno), aceite de oliva extra virgen y aguacate. Por ejemplo, espolvorea pistachos en ensaladas; rocía verduras al vapor con aceite de oliva; unta el puré de aguacate en sándwiches.
- Deshazte de la sal y el azúcar de forma natural con la fruta: cuando se come en exceso, tanto el sodio agregado como el azúcar agregado pueden causar estragos en la salud. PRUEBA ESTO: Ralla la cascara de limón y espolvoréala sobre los platos como si fuera sal. Al hornear, usa bananas trituradas o puré de dátiles en lugar de azúcares añadidos y mantequilla.
- Plan de snacks inteligentes para el corazón: los snacks pueden ayudar a llenar las lagunas de nutrientes y reducir potencialmente la sobrealimentación a la hora de comer. (Sugerencia: ¡nunca pases más de cinco horas sin comer!) Prueba esto: coloca paquetes de Wonderful Pistachios (¡cualquier sabor!) En el cajón de las meriendas de tu oficina. Una porción y media de frutos secos al día, como los pistachos, como parte de una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, es una merienda saludable para el corazón.