“Aunque el IMC promedio de niños y adolescentes se ha estancado hace poco en Europa y América del Norte, no es una excusa para la autocomplacencia, dado que más de 1 de cada 5 jóvenes de EE. UU. y 1 de cada 10 en Reino Unido son obesos”, advirtió Bentham, de la Universidad de Kent, en Inglaterra. El índice de masa corporal, o IMC, es una medida de la grasa corporal basada en la estatura y el peso.
Bentham dijo que las tasas de obesidad infantil y adolescente se están acelerando en Asia del este, del sur y del sureste, y que siguen en aumento en otras regiones con unos ingresos bajos y medios.
En general, 50 millones de chicas y 74 millones de chicos son ahora obesos, lo que les pone en riesgo de problemas graves de salud, apuntaron los investigadores.
Las mayores tasas de obesidad (superiores al 30 por ciento) se encuentran en algunas islas polinesias, incluyendo a Nauru y a las Islas Cook. Además de Estados Unidos y algunos países en Oriente Medio y el norte de África, las tasas de obesidad de más o menos un 20 por ciento o más se observaron en el Caribe (Bermuda y Puerto Rico).
Pero Estados Unidos ha pasado del sexto lugar al decimoquinto a lo largo del periodo de cuatro décadas. Por otra parte, Puerto Rico ha subido en la escala, del lugar 29 al 17.
Además de los 124 millones de niños que se consideran obesos, 213 millones de jóvenes de 5 a 19 años de edad tenían sobrepeso en todo el mundo en 2016, dijeron los investigadores.
“Las tendencias muestran que sin medidas serias y coordinadas para abordar la obesidad… la salud de millones de personas se pondrá en gran peligro de forma innecesaria, lo que conducirá a inmensos costos humanos y económicos para las comunidades”, apuntó la autora del estudio, Leanne Riley, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero a pesar del aumento de la población obesa, tener un peso bajo sigue siendo un inmenso problema en muchas áreas. El estudio encontró que 75 millones de chicas y 117 millones de chicos tenían una falta de peso entre moderada y grave. Casi dos tercios de esos jóvenes se hallaban en el sur de Asia.
“Hay una necesidad continua de políticas que fomenten la seguridad alimentaria en los países y hogares con ingresos bajos, sobre todo en el sur de Asia”, planteó el autor del estudio, Majid Ezzati, del Colegio Imperial de Londres.
Ezzati dijo que la transición de peso bajo a sobrepeso y obesidad puede ocurrir con rapidez, haciendo referencia al influjo de alimentos pobres en nutrientes y ricos en calorías en los países en desarrollo.
Los hallazgos resaltan la “desconexión” entre el diálogo global sobre el sobrepeso y la obesidad y las iniciativas que se enfocan en la nutrición insuficiente, planteó Ezzati.
La investigación fue dirigida por la OMS y el Colegio Imperial de Londres. Los investigadores utilizaron información de más de 2,400 estudios anteriores.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com© Derechos de autor 2017, HealthDay