Las tasas de ciertas vacunas para adolescentes están muy por debajo de los objetivos de salud pública. Por ejemplo, apenas un tercio de los adolecentes han recibido la segunda dosis de la vacuna contra la meningitis a los 17 años, y menos de la mitad de los chicos de 13 a 17 años han completado la serie de vacunas contra el VPH, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
A pesar de esas tasas bajas, más de un 90 por ciento de los padres en la encuesta creían que su hijo adolescente había recibido todas las vacunas recomendadas.
“Nuestra encuesta encontró una diferencia significativa entre los datos nacionales sobre las tasas de vacunación de los adolecentes y lo que los padres reportan. Esto indica que muchos padres no tienen claro qué vacunas adicionales sus hijos adolescentes podrían necesitar”, comentó Clark.
La principal forma en que los padres se enteraban de que su a su hijo adolescente le tocaba una vacuna fue a través del consultorio del médico. El médico programó una cita para la vacuna (un 44 por ciento), el médico o el enfermero mencionó la vacuna durante una visita al consultorio (un 40 por ciento), o el consultorio del médico envió recordatorios a las familias (un 11 por ciento).
Otro tipo de recordatorio fue un aviso de la escuela del adolescente, el plan de salud o el departamento local de salud pública.
“Los padres confían en que los proveedores de salud de sus hijos los orientarán sobre las vacunas, en la niñez temprana y en la adolescencia”, dijo Clark. “Dada la falta general de concienciación sobre las vacunas adolescentes mostrada en esta encuesta, hay una necesidad clara de que los proveedores sean más proactivos respecto a sus pacientes adolescentes”.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com