“Incluso si se está a 70 ºF (21 ºC) al aire libre, la temperatura puede llegar a más de 100 ºF (más de 38 ºC) en menos de 30 minutos. Las ventanas del coche atrapan al calor, casi como en un efecto invernadero”, indicó.
La ASPCA recuerda a los dueños de mascotas que el mismo consejo aplica para nuestros compañeros animales: no los deje dentro del coche. Incluso con las ventanas un poco abiertas, la temperatura de un coche puede aumentar hasta que sea peligrosa, y los perros no se enfrían a sí mismos con la misma eficiencia que los humanos.
Durante cualquier periodo de calor y humedad elevados, vigile de cerca a las personas mayores y a los niños, porque tienen un riesgo más alto de enfermedad relacionada con el calor, dijo Glatter.
“Los calambres por el calor y el agotamiento por calor son las enfermedades relacionadas con el calor más comunes. Las náuseas, el mareo y los calambres musculares son lo más común con esta afección. La piel podría estar fría y húmeda, con una sudoración copiosa”, comentó.
Dependiendo de la gravedad de los síntomas, quizá sea necesario aplicar fluidos por vía intravenosa para ayudar a reducir los efectos del calor. “Un espacio con aire acondicionado también es esencial para ayudar a las personas a enfriar sus cuerpos de forma más efectiva”, planteó.
La insolación es incluso más grave que los calambres o el agotamiento, y se trata de una emergencia médica.
“Los pacientes podrían desarrollar temperaturas de hasta 106 a 108 ºF (de 41 a 42 ºC), con confusión y desorientación, y una pérdida de la capacidad de producir sudor para enfriar el cuerpo. Un baño con hielo y los ventiladores con rocío pueden ayudar a reducir la temperatura central”, explicó Glatter.
“Los medicamentos típicos, como el ibuprofeno y el acetaminofén, no son útiles con esas temperaturas tan elevadas, y de hecho podrían resultar nocivos”, indicó.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com