Es verano y la temporada de barbacoas por fin está aquí. Una de las cosas que disfrutamos con nuestra jugosa carne es una buena copa de vino, o incluso un combinado. Cuando el sol está ardiendo, no hay nada mejor que una bebida fría para saciar nuestra sed y refrescarnos, ¿verdad?
Aunque es una idea atractiva, nadie piensa realmente en los efectos perjudiciales para el cuerpo. Pero resulta ser que sí, el alcohol afecta nuestro cuerpo.
Cerebro: Uno de los primeros efectos físicos que indican que el alcohol está en su sistema es el cambio en el comportamiento. El alcohol puede viajar rápido, especialmente si no está acostumbrado a beber. Puede alcanzar su cerebro y otras partes de su sistema nervioso central. Esto es lo que provoca problemas de habla, la falta de equilibrio y coordinación.
Corazón: Todos hemos oído que un vaso de vino tinto puede prevenir enfermedades del corazón, pero demasiado alcohol puede tener efectos perjudiciales para su salud. Puede provocar estiramientos y contracciones en los músculos cardiovasculares, latidos cardíacos irregulares y una presión arterial alta. Se han dado casos en los que el consumo excesivo de bebidas alcohólicas ha provocado accidentes cerebrovasculares, ataques al corazón e insuficiencias cardíacas.