“La pérdida auditiva se ha asociado con una reducción en la capacidad mental. Esto nos recuerda la necesidad de ofrecer atención de la audición a nuestra población. Esa importancia seguirá aumentando”, dijo el Dr. Ian Storper, director de otología en el Centro de Trastornos del Oído y del Equilibrio del Instituto de Cabeza y Cuello de Nueva York en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
La Dra. Debara Tucci, vocera de la Academia Americana de Otorrinolaringología y Cirugía de la Cabeza y el Cuello (American Academy of Otolaryngology, Head and Neck Surgery), dijo que las personas no están condenadas a perder la audición al envejecer.
La causa más común de pérdida auditiva es la exposición prolongada a los ruidos altos, dijo. Eso incluye la música alta y los lugares de trabajo ruidosos.
“Hay que tener cuidado y limitar el volumen del sonido en los auriculares y limitar la exposición al sonido de las armas de fuego utilizadas en los campos de tiros o al cazar, y protegerse del ruido industrial en el trabajo”, aconsejó Tucci.
Nunca es demasiado pronto para comenzar a proteger el oído, aseguró. “La pérdida auditiva es un proceso lento e insidioso, y a lo largo de varios años pueden ocurrir cambios irreversibles”.
Entre los adultos mayores que sufren de pérdida auditiva, hay unas incidencias más altas de depresión y ansiedad, una tasa más alta de hospitalización y una tasa más alta de caídas, señaló Tucci. También se mostró de acuerdo en que hay evidencias de una asociación entre la pérdida auditiva y el declive mental.
Las personas deben evaluar su oído, aconsejó Tucci. “Recomendaría [las pruebas] entre los 55 y los 60 años de edad para ver si hay alguna pérdida auditiva. Las personas no deben dar la pérdida auditiva por hecho a medida que envejecen. Hay formas de prevenir y tratar la pérdida auditiva”, dijo.
El informe aparece en la edición en línea del 2 de marzo de la revista JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com