Internos adolescentes
El programa de pasantías para jóvenes Teen Healthcare Pathways es un gran programa que orienta a los adolescentes enseñándoles formación médica básica, desarrollo de liderazgo e incluso asesoramiento profesional. Muchos de estos estudiantes tienen padres que trabajan pero que no pueden permitirse pagar las actividades deportivas de sus hijos, que cuestan $1.000 por actividad. “Nuestros estudiantes no tienen la confianza o demasiadas oportunidades para convertirse en líderes y creen que no pueden sacar matriculas o ir a clases avanzadas, ni siquiera ir a la universidad porque sus familias les dicen que no pueden pagarla”, explica Safaeinili.
Los estudiantes ayudan en todo, en el programa Corazones Sanos. Se les da la oportunidad de convertirse en líderes y aprender los fundamentos de trabajar en una clínica. Toman la temperatura de los pacientes e incluso presentan sus casos al médico y al equipo médico, pero lo más importante es que realizan actividades dentro de sus propias comunidades. “Los estudiantes traen gente de la comunidad que está en riesgo de enfermedad cardíaca o diabetes y cuando los pacientes vienen al consultorio y ven a los alumnos, esto les hace sentirse seguros”, explica.
Muchas veces los inmigrantes son reacios a visitar al médico porque sienten que no serán capaces de permitírselo o de entender lo que está diciendo el doctor, ya que no hablan inglés. Estos alumnos hablan su lengua, así como el equipo sanitario de la clínica.
Mejorar la calidad de vida del paciente
“Una vez tuvimos un padre que no podía ver y era un trabajador de la construcción a tiempo parcial con dos hijos y una esposa. Su esposa solía decirle que revisara su nivel de azúcar en la sangre y él decía que sólo necesitaba gafas. Cuando comprobaron su azúcar en la sangre, tenía más de 500 y poco más de 200 ya es realmente malo. Podría haber entrado en coma”, explica Safaeinili.
“Le dijimos que fuera a la sala de urgencias, pero no quería porque estaba preocupado por lo que costaría. No fue a urgencias pero si vino a nuestra clínica, donde le atendió un doctor que le dio medicación para controlar su azúcar y recuperar la visión”. Esta es solo una de muchas historias. Al igual que este hombre, han ayudado a muchas otras personas con los servicios prestados en la clínica, todo sin costo alguno para el paciente. Además de recibir atención médica, cuidados preventivos, también ofrecen otros servicios, como clases sobre comer de manera saludable, clases de zumba, medicamentos gratis e incluso productos gratuitos de agricultores locales que donan frutas y verduras a la clínica.
“También trabajamos con los mercados latinos en cinco ciudades para asegurarnos de que están ofreciendo cereales bajos en azúcar, tortillas de trigo integral, frijoles bajos en grasa, leche descremada, leche de almendras y una variedad de alimentos respetuosos para diabéticos,” dice Safaeinili.