Cuando la gente descubre que este tipo de cosas están sucediendo, ya sea abuso infantil, abuso sexual, abuso físico o tráfico de personas, no es algo de lo que no nos gusta hablar, hacemos oídos sordos y no debería ser así. “Tengo una hija adolescente y puedo hablar por experiencia; es un tema delicado que se tiene que tratar”, dice. Necesitas hablar con tus hijos sobre el abuso sexual, debes hablar con tus hijos sobre si la gente les toca o si se acercan a ellos. Está bien decir no y tiene que decirle a sus hijos que sus cuerpos son de ellos y que no está bien que otros les toquen, añade.
Tiene que hacer que el niño sea consciente de lo que hay ahí fuera porque si el niño no es consciente, entonces puede convertirse en víctima. El conocimiento es poder. “Las niñas adolescentes son los objetivos de los traficantes y necesitan ser conscientes de cómo se aprovechan de ellas, cómo se les dirigen, cómo les hablan, cómo les lavan el cerebro, necesitan ser conscientes de esto”, explica Nieto. Si ven esas banderas rojas en cualquier persona que se les acerque saben que pueden acudir a sus padres, maestros, doctores, consejeros, enfermeras e incluso oficiales de policía para que les ayuden. Es muy importante que haya una conversación y que sepan todo lo que necesitan saber, para que no esten con la guardia baja. Si sospecha algo, llame al Centro Nacional de Recursos para El Tráfico de Personas, ellos lo registrarán, harán una investigación y alertarán a las autoridades que está sucediendo algo. Nunca se ponga en riesgo y si es usted testigo de cualquier cosa, llame inmediatamente al 911 y aporte tantos detalles como pueda recordar.
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