El frío aire del invierno puede traer un invitado no deseado: los brotes de gripe, señala un nuevo estudio. Los investigadores observaron datos sobre el clima y los casos de gripe en Gotemburgo, Suecia, y encontraron que los brotes de gripe ocurrían más o menos una semana después del primer periodo de tiempo frío y humedad baja.
“Según nuestros cálculos, una semana fría con una temperatura promedio por debajo de cero grados Celsius [32 ºF] precede el inicio de la epidemia de gripe”, dijo el investigador del estudio, Nicklas Sundell, especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital Universitario de Sahlgrenska, afiliado con la Universidad de Gotemburgo.
“Creemos que ese descenso súbito en la temperatura contribuye a ‘arrancar’ la epidemia. Una vez la epidemia ha comenzado, continúa aunque las temperaturas aumenten. Una vez las personas están enfermas y son contagiosas, muchas más podrían infectarse”, dijo Sundell en un comunicado de prensa de la universidad.