La depresión está en aumento entre los adolescentes y los adultos jóvenes estadounidenses, y las chicas adolescentes muestran la mayor vulnerabilidad, según revela una nueva encuesta nacional.
En 2005, se determinó que el riesgo de sufrir un trastorno depresivo mayor para los chicos adolescentes era del 4.5 por ciento, y del 13 por ciento para las chicas adolescentes. En 2014, sin embargo, el riesgo de depresión de los chicos aumentó hasta el 6 por ciento, pero para las chicas se incrementó hasta más del 17 por ciento, descubrió la encuesta.
“Se trata de episodios durante los cuales los adolescentes experimentan 5 o más síntomas depresivos durante un periodo de 2 semanas o más”, explicó el autor del estudio, el Dr. Ramin Mojtabai, profesor en el departamento de salud mental en la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore.
Una mirada más cercana muestra que el riesgo de depresión en la adolescencia solamente empezó a subir desde 2012, y el riesgo de las chicas fue el que más aumentó durante el periodo de la encuesta. Mojtabai dijo que los hallazgos “son consistentes con los datos recientes sobre las tendencias en el suicidio en Estados Unidos”.
Mojtabai y sus colegas reportaron los resultados en la edición en línea del 14 de noviembre de la revista Pediatrics.
El equipo del estudio indicó que, entre los adolescentes y los adultos jóvenes estadounidenses, aproximadamente 1 de cada 11 experimentan un trastorno depresivo mayor cada año.
El estudio examinó los datos recogidos entre 2005 y 2014 por parte de la Encuesta nacional sobre el uso de medicamentos y drogas y la salud de EE. UU. Más de 172,000 adolescentes (de 12 a 17 años de edad) y casi 179,000 adultos jóvenes (de 18 a 25) estadounidenses se incluyeron en el análisis.
El resultado: el riesgo general en el transcurso de un solo año aumentó de menos del 9 por ciento en 2005 a aproximadamente un 11 por ciento en 2014 entre todos los adolescentes, y de un poco menos del 9 por ciento a un poco por debajo del 10 por ciento entre los adultos jóvenes.
Pero a lo largo de toda la década, se encontró que las chicas adolescentes eran sorprendentemente más vulnerables a la depresión que los chicos adolescentes, indicaron los investigadores.