Sandra Treviño (primera fila, segunda de la derecha) de Junta for Progressive Action, Inc., colabora con pastores locales y personal del Centro de Yale para la Investigación Clínica para promover que los hispanos participen en ensayos clínicos. (Foto por Robert A. Lisak)

Sandra Treviño (primera fila, segunda de la derecha) de Junta for Progressive Action, Inc., colabora con pastores locales y personal del Centro de Yale para la Investigación Clínica para promover que los hispanos participen en ensayos clínicos. (Foto por Robert A. Lisak)

 

A Gabriel S. Galindo no le sorprende que muchos hispanos y latinos en Estados Unidos no quieran participar en ensayos clínicos. De por sí, él sabe que a muchos no les gusta ir al médico. Su propia abuela no fue al hospital cuando le dio un infarto y murió unos días después.

En su función como coordinador clínico, uno de los retos para Galindo en reclutar a hispanos para ensayos clínicos ha sido lograr que confíen doctores que desconocen. Cuando empezó hace 11 años, había poca información sobre los ensayos en español. Reclutar a hispanos “era un campo que no explorábamos porque no teníamos los recursos para hacerlo”, dijo Galindo, quien trabaja para Relaro Medical Trials en Dallas.

Pero una década más tarde, muchos reclutadores para ensayos clínicos como Galindo, en combinación con universidades, empresas farmacéuticas y el gobierno federal, se han dedicado a reclutar a hispanos y a otros grupos minoritarios. Algunas de las iniciativas son comunitarias y otras se han lanzado a nivel nacional, como el Year of Clinical Trial Diversity, de la Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA por sus siglas en inglés.

En el año 2011, los hispanos representaban casi 17% de la población en Estados Unidos. Pero según un reporte de la FDA y de la Society for Women’s Health Research, los hispanos representaban solo el 1% de participantes en ensayos clínicos. Según la Oficina del Censo, hoy, los hispanos –que ascienden a casi 57 millones– son la minoría étnica más grande en Estados Unidos.

Los Institutos Nacionales de la Salud, NIH por sus siglas en inglés, y la FDA son algunas de las instituciones que han impulsado a investigadores a incluir en sus estudios a hispanos y a otros grupos étnicos minoritarios. La ley NIH Revitalization Act of 1993 priorizó la inclusión de minorías en todos los estudios subvencionados con fondos federales. Luego en 1997, el congreso ordenó a la FDA a que trabajara en conjunto con los NIH y los fabricantes de medicamentos para desarrollar nuevas maneras para incluir a las minorías en ensayos clínicos para nuevos medicamentos.

Los cambios han sido lentos.

Hace tan solo en el año 2014, un informe de la American Heart Association que evalúa la carga de enfermedad del corazón y de ataque cerebral en hispanos estadounidenses, hizo un llamado para el desarrollo de más estudios sobre los diferentes grupos étnicos porque la enfermedad cardiovascular y sus factores de riesgo pueden afectar a los subgrupos de distinta manera.hispanics and clinical trials

Sandra V. Chaparro, M.D., quien investiga insuficiencia cardíaca, dijo que aún existen ideas erróneas sobre las diferencias en los grupos hispanos. La profesora agregada de medicina de la Universidad de Miami comentó que incluso los representantes de los NIH tienden a pensar que “todos son iguales –sin importar país de origen”.

Chaparro dirige la clínica de insuficiencia cardíaca en la facultad Miller School of Medicine, y dijo que desde que empezó en la universidad hace ocho años, muchos de sus compañeros que también investigan salud cardiovascular se han esforzado más para incluir a hispanos en sus estudios. Los formularios de autorización, los materiales educacionales y las instrucciones de los ensayos clínicos están ahora disponibles en español. Y para muchos de los proyectos que tienen que ver con hispanos, el personal –desde las secretarias hasta los investigadores principales– son bilingües.

Entender los matices de las campañas de mercadeo de ensayos clínicos para una población hispana diversa, que incluye a hispanos nacidos en Estados Unidos e inmigrantes, ha sido el foco de atención de empresas como Praxis, una firma radicada en Búfalo, Nueva York. Praxis y empresas similares se dedican a reclutar pacientes para ensayos clínicos para los fabricantes de fármacos y biotecnología.