Los niños que acuden a proveedores de salud “alternativos”, como acupuntores o terapeutas masajistas, tienen menos probabilidades que otros niños de recibir su vacuna anual contra la gripe, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores hallaron que de casi 9,000 niños estadounidenses, los que habían recibido ciertas terapias alternativas tenían entre una cuarta parte y un 39 por ciento menos de probabilidades de haber recibido la vacuna anual contra la gripe el año pasado.
Pero los hallazgos no pueden probar causalidad.
Nadie sabe si algún proveedor de medicina alternativa aconsejó a los padres que no vacunaran a sus hijos, dijo el Dr. Gregory Poland, un experto en enfermedades infecciosas que no participó en el estudio.
Pero, añadió, algunos practicantes de terapias alternativas tienden a “rechazar ciertos aspectos de la medicina basada en evidencias”.
Así que es posible que en ocasiones influyan en las decisiones de los padres con respecto a las vacunas, dijo Poland, vocero de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (Infectious Diseases Society of America) y profesor de medicina en la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota.
Nadie está diciendo que los niños no deberían recibir una medicina complementaria y alternativa, lo que los investigadores llaman MCA.
“No hay nada inherentemente malo en usar la MCA”, dijo William Bleser, asistente de investigación de la Universidad Estatal de Pensilvania que trabajó en el estudio.
Indicó que, basándose en otras investigaciones, la mayoría de las personas que usan terapias alternativas lo hacen conjuntamente con la medicina “occidental” convencional.
Pero cuando los padres usan la MCA, también deberían mencionarlo al pediatra, para que todo el mundo tenga la misma información, enfatizaron Bleser y su colega, Rhonda BeLue, profesora asociada de políticas y administración de salud en la Universidad Estatal de Pensilvania.
Los pacientes también podrían beneficiarse si los médicos y los proveedores de la MCA se comunicaran entre sí, dijeron los investigadores.
Los hallazgos del nuevo estudio se basan en casi 9,000 niños, de 4 a 17 años de edad, cuyas familias participaron en una encuesta nacional de salud. Los resultados del estudio fueron publicados en línea el 3 de octubre en la revista Pediatrics.
En general, aproximadamente entre el 4 y el 8 por ciento de los niños habían recibido alguna vez una terapia alternativa por “razones de salud” (aparte de vitaminas o minerales).
Resultó que los niños que habían recibido ciertas terapias de MCA eran menos propensos a haberse vacunado contra la gripe durante el año anterior.
Entre estos había niños que habían sido tratados a través de “sistemas de medicina alternativa”, como la acupuntura, la naturopatía y la homeopatía; o terapias basadas en el cuerpo, como masajes, manipulación quiropráctica y la terapia craneosacral, que se hace para aliviar el dolor y la tensión.
Aproximadamente un tercio de los que habían recibido dichas terapias se habían vacunado contra la gripe, frente al 43 por ciento de los otros niños, halló el estudio.
Los autores del estudio sopesaron otros factores (como el nivel educativo y los ingresos de los padres) y el uso de la MCA seguía asociado con una menor probabilidad de vacunarse contra la gripe.
Es posible, según Poland, que los padres que acudan a las terapias alternativas también sean más escépticos sobre las vacunas en general.