Ray también anotó que las llamadas a los SME casi se triplicaban cerca del final de mes, cuando muchas personas cobran su salario, lo que sugiere que el consumo de alcohol se relaciona con la cantidad de dinero que la gente tiene, no solo con el costo.
“Reiteramos que las políticas públicas que aumentan los precios del alcohol son un medio efectivo de reducir el consumo”, apuntó Ray en un comunicado de prensa de la universidad. “Dadas las medidas de la provincia de Ontario para aumentar de forma liberal el acceso al alcohol, por ejemplo a través de los supermercados, es imperativo que los precios sigan siendo altos”.
Es probable que los hallazgos del estudio apliquen a otras áreas además de Ontario, señaló Ray. Dijo que los gobiernos locales deben pensar en limitar la cantidad de licencias de venta de alcohol en las áreas que ya tienen muchos bares, o en las áreas con una gran cantidad de llamadas a emergencias por intoxicación pública, agresiones u otros traumatismos.
También sugirió que el personal de los SME debe tener una lista de comprobación para ayudarles a determinar si las personas se deben llevar directamente a los centros de desintoxicación.
“Ha llegado el momento de adoptar una postura más activa respecto a una sustancia que es legal, fácilmente disponible, y sin embargo nociva”, planteó Ray.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición del 13 de mayo de la revista Medicine.
Elizabeth Vargas Writes Memoir Disclosing Details From Her Alcohol Addiction
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